Los ciudadanos que residen en el centro de Alicante perciben su salud como peor en un porcentaje mayor que los residentes de Virgen del Remedio y lo que es aún más llamativo, los habitantes del centro de la ciudad creen que su calidad de vida es mala en un porcentaje que cuadruplica las cifras registradas en el citado barrio de la zona norte.

Esta es la realidad que plasma un estudio dirigido por el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante (UA) Carlos Álvarez-Dardet con la colaboración de la también catedrática María Teresa Ruiz, y la participación de cerca de una veintena de expertos. El informe, que consiguió financiación del Instituto de Salud Carlos III, tiene como objetivo identificar los principales activos de salud de Alicante siguiendo los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que promueve las ciudades saludables.

Así, el 25% de los habitantes del centro percibe su salud como mala, mientras que apenas un 5% de los residentes en Virgen del Remedio la califican de esta manera. Y el 20% de los alicantinos del centro indican que su calidad de vida es mala, mientras que un 5% de los vecinos de Virgen del Remedio la percibe así. Dadas las diferencias socioeconómicas de ambas zonas estos datos resultan sorprendentes. Los responsables del estudio los atribuyen a los problemas con el ruido y la limpieza que padecen los habitantes de la zona más privilegiada frente al fuerte movimiento asociativo y red de apoyos que valoran los residentes de Virgen del Remedio, que mantienen además una marcada pertenencia a su barrio. Estos factores han marcado sus respuestas a las preguntas planteadas.

Para realizar este mapa de activos de salud» los investigadores seleccionaron cuatro barrios de Alicante: Centro, Casco Histórico, Benalúa y Virgen del Remedio y realizaron encuestas a vecinos, profesionales que trabajan en las diferentes zonas, personal municipal y al actual equipo de gobierno local (formado por PSOE, Compromís y Guanyar).

Tanto Álvarez-Dardet como Ruiz justifican el hecho de incluir a políticos en el estudio en que se puedan determinar las actuaciones reales necesarias para mejorar el entorno y con ello la salud de la población. De hecho, los responsables municipales ya han mostrado su interés en incorporar este estudio al Plan Estratégico que preparan para delimitar lo que debe ser Alicante en los próximos años.

La elección de estos cuatro barrios de entre los 42 que conforman la ciudad tampoco es casual.

Queríamos que estuvieran representados los diferentes niveles socioeconómicos de Alicante. La clase más desfavorecida y con un 51% de población inmigrante de Virgen del Remedio, la clase media de Benalúa y la clase media y media alta del Centro. Al principio todo el centro estaba unido pero nos dimos cuenta de que el Casco Histórico presenta unas características muy diferenciadas y separamos ambas zonas», señala el catedrático.

Al mirar las respuestas de los profesionales que trabajan en cada una de las zonas la percepción de una mala calidad de vida sí aumenta hasta el 25% en Virgen del Remedio que comparte resultado con el Casco Histórico, mientras que apenas alcanza el 5% en el Centro y es inexistente en Benalúa. En los gráficos se aprecia claramente que la visión de residentes y profesionales no coincide con la de los políticos, especialmente en cuanto a la calidad de vida en el Casco Histórico que ningún responsable municipal califica de mala, lo que significa que pueden estar pasando por alto problemas reales de los ciudadanos.

Activos identificados

Otro de los componentes innovadores de este estudio es que se ha realizado sobre activos y no sobre déficits. De esta forma además del entorno, se ponen en valor los factores, recursos, historia y patrimonio al alcance de los ciudadanos de cara a potenciarlos. Todo ello siguiendo la máxima del presidente de la Asociación Médica Mundial, sir Michael Marmot, que considera que «si los mayores determinantes de la salud son sociales, también deben serlo los remedios».

En este sentido, los resultados del estudio arrojan que en los cuatro barrios el activo más valorado es la calidad del transporte, tanto por parte de los ciudadanos y profesionales como por parte de los políticos. Los cambios por zonas llegan en el segundo escalón. Los vecinos del Centro y del Casco Histórico identifican en segundo y tercer lugar la playa y los edificios públicos, mientras que en Benalúa aluden a la biblioteca municipal y a su plaza y en Virgen del Remedio destacan el polideportivo y el colegio e instituto.

La Iglesia en el centro, el tráfico restringido en el Casco Histórico, los centros sociales en Virgen del Remedio y los edificios públicos en Benalúa son los siguientes activos que ciudadanía y responsables políticos ponen en valor. Y a continuación ya aparecen comercios, museos, mercados y asociaciones.

Los autores de este mapa de activos» sostienen que los barrios en Alicante funcionan como islas» y advierten de que el conocimiento, la conexión y difusión de los activos identificados configuran espacios de ganancia en salud para Alicante que no debería desaprovecharse». Y añaden que tanto los vecinos como los profesionales consideran que hay ciertos actores que cobran especial relevancia para la articulación de los activos de la ciudad como son la administración, la Universidad, los centros de salud, las parroquias, el movimiento asociativo y la mediación intercultural y creen que deberían ser más accesibles para todos. Los políticos pueden tener más claros ahora tanto los activos como las necesidades de los alicantinos.