El año que acaba de comenzar está siendo nefasto en cuanto a casos de violencia machista, con 21 mujeres asesinadas en poco más de dos meses. Crímenes que en muchas ocasiones se cometen sin que haya una denuncia previa de la víctima hacia su verdugo. Y es los expertos piden tiempo, y que no se fuerce a la mujer a denunciar.

«Hay que respetar los tiempos de las mujeres y prepararlas para la denuncia, porque no todas las víctimas están preparadas para denunciar después de la agresión», señala Noelia Sempere, responsable del Programa de Mujer de Cruz Roja. Sempere contestó ayer algunas de las preguntas que los lectores le plantearon a través de internet sobre la tremenda lacra de la violencia machista. La responsable de Cruz Roja aconseja que las víctimas de malos tratos que no se atreven a denunciar acudan primero a algún dispositivo específico, como los centros Infodona, los servicios sociales o Cruz Roja «para que empecemos a empoderarlas y prepararlas para que denuncien».

Algunos lectores preguntaron sobre qué hacer en caso de que sospechen que en su vecindario una mujer está siendo agredida por su pareja. «Siempre aconsejamos que si tenemos un buen vínculo con esa mujer vayamos dejando caer el tema, pero no forzarla a nada». Sempere cree en este sentido que «hay que darle sus tiempos, pero haciéndole ver que estamos ahí y que el día que quiera dar el paso estaremos aquí para apoyarle».

Durante el chat también se puso el acento en el bajo porcentaje de denuncias que parten del entorno de la víctima. «Siempre suele ser por miedo o bien porque ella no quiere que se cuente».

El reciente vídeo grabado en Benidorm en el que se veía a un joven propinando una brutal paliza a su novia también ha sido objeto de algunas preguntas, en especial por el hecho de que la mujer tras levantarse del suelo se fuera corriendo detrás de él. «Ahí se ve todo el procesos de la violencia. Ella sigue detrás de él por la dependencia que le ha creado». En los casos de violencia machista, incide la responsable de Cruz Roja, «hay como un lavado de cerebro en el que ella cree que todo lo que dice el maltratador es verdad: que es tonta, que no vale para nada, que depende de él... ella no conoce otra cosa y por eso va detrás».

Sobre la cada vez más baja edad de agresores y víctimas Sempere señaló que, «aunque escandaliza muchísimo ver a niñas de 15 o 16 años que estén viviendo esa situación», la violencia de género «no tiene perfil, aparece en mayores y jóvenes, de la misma manera que no hay un prototipo de agresor». Sempere reconoce que en la labor de prevención que Cruz Roja desarrolla en los institutos se detectan estas conductas machistas a edades muy tempranas.