El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha trasladado a un juzgado de Alicante las diligencias llevadas a cabo por «supuestas irregularidades sanitarias» en una «esterilización de gatos en la isla de Tabarca». El proceso investigado formaba parte de la «campaña de invierno» diseñada por la Concejalía de Protección Animal del Ayuntamiento de Alicante para actuar, según el área dirigida por Marisol Moreno (Guanyar), sobre una población de 160 gatos pertenecientes a las seis colonias existentes en la isla de Tabarca. La esterilización, que comenzó a finales del pasado año, concluyó este 2017. En una de las jornadas participó la concejala Moreno.

La investigación del Seprona de la Guardia Civil arrancó tras una denuncia ciudadana, fechada a finales de enero, en la que se relataban las dudas existentes sobre el citado proceso de esterilización, que pretendía «controlar» la población de gatos, «que se ha duplicado durante el verano para evitar que su presencia en un área tan pequeña llegue a suponer un problema para los habitantes de la isla», según explicó en su día Moreno. En el documento dirigido al coronel jefe de la Guardia Civil se ponía en duda el proceso de esterilización promovido por Protección Animal, resaltando el posible «estado físico débil» de los gatos y dejando sobre la mesa si las operaciones a los felinos se realizaron en «una casa particular», de la que se adjuntan imágenes, y si esta vivienda de la isla de Tabarca «reunía las condiciones mínimas higiénico-sanitarias». El texto remitido al Seprona recoge preguntas como si la concejalía de Protección Animal «puede legalmente promover una esterilización en un quirófano no autorizado». Según el comunicado que envió el gabinete de prensa del Ayuntamiento de Alicante coincidiendo con la participación de la edil de Guanyar en una de las jornadas de esterilización, el operativo, en el que participaron «tres veterinarios y un auxiliar», incluyó «la captura de los gatos callejeros que tras ser esterilizados y desparasitados han sido devueltos a su lugar de origen».

Moreno también defendió en su momento que «el programa de captura, esterilización y suelta es la única forma aceptable de gestionar las poblaciones de felinos, a la vez que resulta más ético, económico y efectivo que el programa de recogida y gestión clásico».

Apenas unos días después de llevarse a cabo el proceso de esterilización, vecinos de la isla denunciaron la muerte de una docena de los gatos.

El escrito presentado ante al Guardia Civil, en el que el denunciante «ruega» que su «identidad quede en el mayor anonimato» ante el «miedo» a «la reacción que podría producirse desde la concejalía», se pide al Seprona que «investigue los hechos y actúe en consecuencia con la mayor celeridad y rigurosidad posible dada la gravedad de lo sucedido».

Tras abrir una investigación a raíz del escrito presentado por un ciudadano ante la Guardia Civil, el Seprona ha decidido trasladar a un juzgado de Alicante las «diligencias por supuestas irregularidades sanitarias en la esterilización de gatos en la isla de Tabarca». Ahora será el juez quien decida si hay motivos para continuar con la investigación iniciada por la Benemérita o si, en cambio, opta por archivar el caso surgido por una denuncia ciudadana.