El juez ha decidido mantener a las tres hijas de la viuda de Vicente Sala en la causa. El magistrado ha rechazado la petición de la Fiscalía y del hijo de María del Carmen Martínez de que las otras tres hijas sean expulsadas de la causa y ha justificado que sigan en el proceso al tener la condición de perjudicadas.

Por otro lado, una pareja a quien el sospechosos Miguel López le comentó en el tanatorio su temor a ser detenido ratifica ante el juez que el marido de la hija menor de los Sala estaba nervioso por el tiempo que su cuñado Vicente estuvo declarando en comisaría.

Además, Vicente Sala tendrá que volver a los juzgados el lunes debido a un fallo en la grabación de la declaración que prestó el viernes pasado.

Que su cuñado Miguel López continúe en prisión para evitar que pueda coaccionar a los testigos (los principales dependen laboralmente de él), o impedir que burle la acción de la Justicia daba la gravedad de la acusación (el asesinato de su suegra) y la pena que lleva aparejada (hasta 25 años de cárcel). Es la petición que ayer presentó en el juzgado el abogado de Vicente Sala Martínez, el hijo mayor de la viuda del expresidente de la CAM asesinada el pasado 9 de diciembre de dos tiros en la cabeza. En respuesta al planteamiento del defensor de Miguel López, encarcelado desde el pasado día 10 por la muerte de María del Carmen Martínez, de que el sospechoso sea puesto en libertad al no existir contra él, sostiene, ni pruebas ni indicios que le incriminen, el primogénito de los Sala mantiene justo lo contrario: que el marido de su hermana pequeña debe continuar entre rejas al no tener dudas de su participación en la muerte de su madre.

De este modo, el único hijo varón de la víctima, con quien formaba un tandem frente al bloque que constituyen sus tres hermanas en la disputa empresarial que tiene dividida en dos bandos a esta familia, se alinea con las tesis del fiscal José Llor, que ya ha registrado su escrito solicitando que se mantenga la situación de prisión preventiva para el investigado.

Al igual que ahora sostiene Vicente Sala, el fiscal considera que los indicios policiales que apuntan a Miguel López como presunto autor material de los disparos que acabaron con la vida de su suegra tienen la suficiente consistencia como para que siga en Fontcalent.

Esta mañana han llegado al juzgado para declarar María Antonia Sala, una de las hijas de la fallecida (en la imagen inferior), y su hermana Fuensanta, esposa del detenido.

Las acusaciones, tanto la pública como la particular que ejerce Vicente Sala, sostienen que el sospechoso no sólo tenía un móvil para acabar como la vida de la madre su mujer (el económico en tanto que la víctima frenaba las aspiraciones de sus tres hijas mientras favorecía al hijo) sino que además pudo preparar el escenario de crimen en el establecimiento de automoción que regentaba y en cuyo lavadero fue tiroteada.

Entre los argumentos en contra de que Miguel López salga en libertad (su abogado planteó como alternativas la posibilidad de un arresto domiciliario o una orden de alejamiento para evitar que se acercara a los testigos) las acusaciones destacan las contradicciones en sus declaraciones respecto a las relaciones familiares. Se enmarcan aquí uno de sus primeros testimonios en los que llegó a negar la existencia de unas malas relaciones en la familia que era sobradamente conocidas incluso más allá de su entorno más próximo.

La colocación del coche en el lavadero, lo que no era la práctica habitual en el negocio una vez que el vehículo estaba limpio, que se citara a la víctima a última hora de la tarde o el control que tenía el investigado sobre todos los empleados (con lo que podía controlar dónde iban a estar) son otros de los argumentos esgrimidos por la acusación particular para mantener que sólo Miguel López pudo matar a su suegra y que, por lo tanto, está más que justificado que permanezca en prisión.

La Audiencia tiene que decidir ahora si mantiene a Miguel López en prisión o si, por contra, estima la postura que defiende su aboga.