«Caballeros: si una chica les para con una actitud cariñosa en la calle, les da un beso y un abrazo y les quita la cartera eso se llama abrazo cariñoso o amoroso». Una modalidad de hurto en la vía pública en la que la agente Marta García, oficial de Participación Ciudadana de la Comisaría de Alicante, hace especial hincapié durante las charlas destinadas a la tercera edad que la Policía Nacional está ofreciendo en la provincia para prevenir asaltos y estafas a ancianos, a las que ya han asistido 5.500 personas, en el marco del Plan Mayor Seguridad. El delegado del Gobierno en la Comunidad, Juan Carlos Moragues, asistió a la última sesión, celebrada en la residencia Ballesol Vía Parque de Alicante. Con él, José Miguel Saval, nuevo subdelegado.

Los casos de «abrazo amoroso» se están dando en la provincia «más de lo que quisiéramos», indicaron desde la Policía Nacional, que destaca lo complicado de que sus autores entren en prisión ya que no dejan de ser hurtos. Los más recientes, protagonizados por un grupo de chicas que asaltaban ancianos en Benidorm.

La explicación del método, que incluyó una representación práctica por parte de la agente con un anciano, no cayó en saco roto. Pilar Lozano, usuaria de la residencia, lo tenía claro. «¿Qué recuerdo de la explicación? Pues lo del abrazo».

Los mayores conocieron otra versión de este robo: cuando alguien se acerca a alguna persona de edad avanzada y le pregunta por la farmacia más cercana, por ejemplo. «Luego les cuentan la historia de su vida y les regalan una pulserita de bisutería por escucharles. Mientras, les roban el reloj». Y dicho y hecho: la agente se lo «quitó» a otra usuaria sin que ésta se apercibiera para que se dieran cuenta cómo lo hacen los ladrones.

Los policías empatizaron con los mayores sacando a colación la película «Los tramposos», donde Lina Morgan y Toni Leblanc hacían «el timo de la estampita», una forma de robo vigente, como el «tocomocho». «Les da vergüenza denunciarlo porque piensan que vamos a creer que son avariciosos. Pero no lo son, son víctimas. Cualquiera puede caer», dijeron. Como en el «timo de la mancha». «Es cuando alguien se les acerca y les dice que llevan una mancha. La señora que sale arreglada a pasear se despista y le limpian el bolso».

Alfonso Hidalgo, de la misma brigada, puso a los mayores un vídeo sobre secuestros virtuales y les explicó que, a través del hilo telefónico, sus autores intentan hacerles creer que tienen a un familiar o conocido en su poder. Pero «no es verdad». «Su objetivo es que no cuelguen. Son agresivos y simulan que tienen al familiar a través de una tercera persona, lo que genera tensión y miedo. Quieren que el anciano saque el dinero pronto y se lo envíe a través de determinadas compañías». El agente les dijo que jamás paguen y que llamen al 091, y les invitó a no descolgar llamadas con número oculto o que empiecen con 056, prefijo de Chile.

Otro escenario donde pueden sufrir estafas es el propio domicilio, de ahí que los agentes aconsejen cerrar la puerta si llega un instalador de agua, luz o butano uniformado sin haber concertado una cita previa y comprobar su veracidad con la compañía.

El delegado del Gobierno aconsejó no dar nunca los datos bancarios por teléfono aunque la excusa de quien llama sea una buena causa. A las mujeres les dijo que no lleven el bolso en el lado de la calzada para evitar los tirones desde las motos, y no hacer ostentación de joyas u objetos de valor. Y que llamen al 091 (Policía Nacional) o a la Guardia Civil (062) si son víctimas de cualquier delito. «Es importante mantener la calma y fijarse en los detalles que pueden ayudar a identificar al delincuente».

También insistieron en que es mejor no oponer resistencia si son víctimas de un tirón para evitar ser arrastrados. Después quisieron tranquilizarles indicándoles que la percepción de que los mayores sufren más asaltos no es real, según las estadísticas. «España es un país seguro comparado con otros y Alicante también».