Alicante vivió el Miércoles de Ceniza con la doble celebración del fin del Carnaval y el inicio de la Cuaresma. Decenas de personas acompañaron el cortejo fúnebre del Entierro de la Sardina que salió por la noche del Panteón de Quijano y recorrió el Casco Antiguo hasta la plaza del Carmen, donde se quemó y se celebró el baile negro ante sus cenizas dando paso a una verbena organizada por la mesa del Carnaval.

De la fiesta pagana sólo queda un acto. El Domingo de Piñata en la plaza de la Viña. Será el próximo domingo de 10 a 17 horas, con animación infantil, juegos tradicionales y olleta popular.

Mientras el cortejo con la sardina recorría parte del centro de Alicante, en los templos se daba inicio a la Cuaresma con la imposición de ceniza. El obispo Jesús Murgui presidió el acto oficial organizado por la Diócesis Orihuela-Alicante en la Concatedral de San Nicolás. Además, en la parroquia de San Antonio de Padua (Franciscanos) las costaleras del paso titular de la hermandad de la Santa Redención procedieron a entronizar la Cruz Redentora que saldrá en procesión el Jueves Santo. Después los asistentes participaron en la imposición de ceniza y se celebró una eucaristía.