Una reunión, dos visiones. El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, se mostró ayer optimista al término de la reunión que mantuvo con el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Antonio Gisbert. «Hay una comunión de voluntades para que salga adelante el proyecto. Hemos hablado de puntos que podían suponer obstáculos, y no existen obstáculos insalvables. Y mucho menos cuando hay una voluntad inequívoca de las dos partes de llegar a un acuerdo», aseguró el regidor socialista en una declaración verbal grabada al término del encuentro celebrado en Alcaldía.

Sin embargo, las sensaciones desde la Autoridad Portuaria fueron más bien opuestas. A través de un comunicado de prensa, la institución presidida por Juan Antonio Gisbert reiteró su oposición rotunda a la peatonalización de la avenida Conde de Vallellano, el principal «hito» del plan de Echávarri para ampliar la Explanada, desviando a su vez el tráfico por el interior del puerto a través de un túnel por debajo del mar que ayer Gisbert volvió a cuestionar desde un punto de vista fiscal. «El Puerto no puede renunciar a utilizar Conde de Vallellano, ni siquiera parcialmente, porque es necesario mantener una comunicación entre los muelles de levante y poniente, por diversas razones, entre otras, las de seguridad», explicó ayer la Autoridad Portuaria, negando así la peatonalización completa de Conde de Vallellano e imposibilitando a su vez la ampliación de la Explanada según un plan promovido por el alcalde y que por ahora cuenta con el aval y el compromiso de cofinanciación del presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig.

Gisbert, eso sí, dejó constancia por escrito de que la posible liberalización al tráfico privado de la fachada litoral es competencia «exclusiva» del Ayuntamiento. Es decir, dejó abierta la puerta a que Echávarri decida cortar al tráfico privado la avenida Conde de Vallellano, pero dejando negro sobre blanco que el Puerto no va a renunciar a una vía de comunicación que una los dos muelles.

El presidente de la Autoridad Portuaria, por otro lado, también le insistió ayer al alcalde de Alicante sobre la «inviabilidad» técnica del desvío del tráfico por el interior del puerto. Y es que el «dibujo» [sic] facilitado por el Ayuntamiento, que recoge la idea de Echávarri para llevar el tráfico por la actual bocana del puerto, supone un obstáculo insalvable. «El dibujo en el que se muestra una posible vía por la que se desviaría el tráfico, introduciéndolo en el puerto y construyendo un túnel que salve la bocana de la dársena interior, partiría el recinto fiscal, lo que no es técnicamente viable desde el punto de vista portuario», continuó ayer el Puerto, a la vez que se abrió a «alternativas» que salvarían ese obstáculo, como «desviar el tráfico por delante de Panoramis». Eso sí, esta opción, según fuentes próximas al Puerto, tampoco permitiría la peatonalización completa de Conde de Vallellano, por lo que no libraría el principal escollo para ampliar la Explanada y construir lo que el presidente Puig, calificó hace apenas una semana, como «el gran paseo del Mediterráneo.

Así, el plan de Echávarri para cambiar la imagen de la fachada litoral de la ciudad de Alicante sumó ayer el rechazo de Gisbert, que en este caso era más bien una confirmación, ya que un día después de que la idea se hiciera pública el Puerto ya dijo en un comunicado que el plan era «inviable». Los socios del alcalde, tanto el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), como el portavoz del tripartito, Natxo Bellido (Compromís), también han coincidido a la hora de afirmar que el proyecto para ampliar la Explanada no está ahora entre sus prioridades.