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Ocio medioambiental

Descanso sobre el césped en la Universidad de Alicante

El campus suma más de 240.000 metros cuadrados de zonas verdes, que los alumnos utilizan para relajarse, estudiar o hacer trabajos

Varios jóvenes descansando sobre el césped en el campus de la Universidad de Alicante. PILAR CORTÉS

La Universidad de Alicante (UA) puede presumir de tener un campus extenso y con amplios espacios libres que hacen posible tomar el aire y descansar sin salir de las instalaciones, salvo si la meteorología lo impide. Puede parecer un tópico, pero es una estampa que se repite día tras día, excepto cuando el mal tiempo no invita a ello. Desde primera hora de la mañana hasta el último momento de luz de la tarde, son muchos los estudiantes (y también personal de todo tipo) que aprovechan el césped del campus para relajarse, charlar o incluso estudiar o hacer trabajos.

La UA suma en total más de 240.000 metros cuadrados de zonas verdes, sumando los jardines propiamente dichos y el Bosque Ilustrado. La mayoría de los edificios del campus están rodeados de espacios de este tipo, con arbolado u otro tipo de vegetación, donde es habitual la presencia de muchas personas que aprovechan estas instalaciones para sus ratos de descanso o para trabajar al aire libre. Los más céntricos, como los que rodean la Biblioteca General, el Rectorado o los aularios, son de los más visitados.

Además de tomar el aire, los espacios verdes de la UA suelen tener el aliciente de poder ver de cerca la fauna que habita el campus, bastante conocida por toda la comunidad universitaria pero que no deja de llamar la atención. Lo más popular, y también lo más fácil de contemplar, son los gatos; en el campus vive una numerosa colonia felina que es tan popular como querida y cuidada. La mayoría de estos animales -casi todos ellos esterilizados- están más que acostumbrados a la presencia humana y no sólo pasean a sus anchas por las zonas verdes, sino que se acercan tranquilamente a quienes toman el sol sobre el césped y se prestan a todo tipo de mimos.

Una estudiante tomando el sol con uno de los numerosos gatos que habitan el campus sobre su regazo. Foto: Pilar Cortés

Los gatos sirven así en muchos casos de terapia de relajación añadida, tal y como destacan varios jóvenes entrevistados por este periódico. Junto con ellos, los animales más comunes en el campus de la UA son los patos, que en los últimos años han proliferado de manera notable. Antes se les veía casi de manera exclusiva en el Bosque Ilustrado y su entorno -frente al Paraninfo y la Facultad de Derecho-, pero ahora es fácil contemplarlos en casi cualquier espacio verde del campus. No tienen, ni mucho menos, el mismo grado de interacción con los humanos que los gatos, pero la estampa de contemplar a parejas o grupos de aves -incluyendo familias de patas con sus patitos- genera muchas simpatías.

Ardillas, erizos -más difíciles de ver pero también presentes- e insectos de todo tipo completan esta fauna de las zonas verdes universitarias. Para algunos estos últimos suponen un incordio, pero la mayoría los considera un aliciente extra a tomar el sol y descansar sobre el césped. Y todos, eso sí, coinciden en que la buena temperatura que suele hacer en el entorno de San Vicente del Raspeig anima a salir a tomar el aire cualquier día claro.

La opinión de los estudiantes

Lucía Sánchez, estudiante de Traducción e Interpretación: "En cuanto sale un poco el sol te dan ganas de sentarte. La temperatura casi siempre es buena".

Laura Alcalde, estudiante de Traducción e Interpretación: "Vengo bastante al césped, en cuanto tengo un rato. Desconecto un poco. Sabes que hay bichos, lógico porque es césped, pero para mí no es molesto, al contrario".

Carla Jurado, estudiante de Arquitectura: "Vengo bastante cuando hace sol, te puedes tumbar y aprovechar los descansos. Y además puede ser un buen sitio para hacer trabajos, si no te hace falta estar en una sala".

Juan Ávila, estudiante de Ingeniería Informática: "En general las zonas verdes están muy cuidadas, aunque algunas más que otras. Más que nada vengo para descansar; es importante que haga sol, porque si no, no es tan apacible".

Héctor Serrano, estudiante de Gestión y Administración Pública: "No suelo sentarme mucho en el césped porque te vienen muchos bichos y no me gustan, pero puede ser práctico para estudiar si la biblioteca está llena. Además, vienen hacia ti los gatos, y eso me resulta divertido".

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