Diversos establecimientos del centro de Alicante han aceptado incorporarse a una «ruta» de comercios de indumentaria de Semana Santa, donde confeccionarán por encargo los trajes de «manola» para las procesiones de acuerdo a las normas que aprobó hace un par de años la Junta Mayor de Hermandades, en las que prohibía los escotes, la falda corta y las medias de rejilla en las procesiones. En este «circuito» también entran establecimientos de complementos festeros donde se puede adquirir la mantilla más adecuada.
Entre los comercios que participan del acuerdo entre la Junta de Hermandades y la asociación Corazón de Alicante está la tienda de ceremonias Chelo Sáez, en la calle César Elguezábal, que trabajará en cada traje «a medida». De esto y de la calidad del tejido que elija la persona, «por ejemplo, terciopelo o brocado negro», dependerá el precio final. También se ha sumado Paqui Díaz, de la calle Castaños de Alicante, que ya ha recibido encargos: un traje en negro y otro en blanco, en este último caso exclusivamente para la procesión del Domingo de Pascua. «Coseremos según la demanda y la talla», de acuerdo a las normas que les ha enviado la Junta sobre escotes y largos.
El de las damas de mantilla es un mercado en auge puesto que hay más de un millar en Alicante, según datos de la entidad que organiza la Semana Santa, que asegura que en los últimos años hay un repunte de «manolas». Una progresión que coincide con unas normas más restrictivas en el vestir para ellas durante las procesiones.
El presidente de la Junta Mayor, Alberto Payá, asegura sin embargo que las normas de corrección de la indumentaria han funcionado. «Han beneficiado a las hermandades, todo el mundo se entera y no hay que aplicar medidas desagradables». Según dijo, en estos dos años no se ha registrado ninguna sanción a damas de mantilla alicantinas por una apariencia incorrecta ni ha habido que llamarle la atención. «Como fue un tema tan llamativo, la gente lo tiene muy claro y sabe lo que hace».
Sobre el acuerdo con el comercio del centro, destacó que la idea es que las damas de mantilla sepan dónde tienen que dirigirse para comprar un traje o un complemento. Además, en estos comercios reciben asesoramiento.
Como en Nuevo Bazar Madrid, donde enseñan a las chicas cómo ponerse la teja y la mantilla, «trucos que conoce la gente de toda la vida pero ellas no tanto al ser más jóvenes. Nos gusta que vayan bien, perfectas en las procesiones, sobrias», explica Cristina Carrasco, que regenta este establecimiento familiar con más de 60 años de recorrido, que primero estuvo en el Portal de Elche, luego en Alfonso el Sabio y ahora en la calle Navas. A las clientas que se llevan mantillas les regalan además unos «ganchitos» para que luzcan mejor.
«Tenemos también guantes, peinetas, broches, rosarios, collares de perlas y cadenas con cruces, y los pendientes, asimismo de perlas». El abanico de precios es amplio, desde los 60 euros de una mantilla sencilla de blonda a mil euros «la más bonita, en algodón bordada a mano de forma artesana en Granada. El coste depende también del dibujo». En cuanto a los rosarios, los tienen desde 12 euros a 100 euros si es de plata, aunque afirma la vendedora que por 150 euros una dama de Semana Santa puede lucir mantilla y complementos. Este comercio tiene demanda para cofradías de Alicante y de las hermandades de Salesianos y Maristas, y mantillas blancas para la procesión del Resucitado.
El presidente de la Asociación Corazón de Alicante, Vicente Armengol, dijo que se trata de un inicio. «Los comerciantes nos ponemos a disposición de la Semana Santa y sus normas en el vestir». A l'Antiga, en San Blas, también ofrece mantillas y complementos.
