No es que no existan pruebas, es que ni tan siquiera hay indicios de que Miguel López, el yerno de la viuda del expresidente de CAM encarcelado por su muerte, tenga relación alguna con el asesinato. Una razón que, ya por sí sola, obligaría a decretar su libertad y a que abandonara la prisión de Fontcalent en la que lleva desde el pasado día 11.Así lo ha planteado a la Audiencia Provincial José Antonio García, el abogado del principal sospechoso de la muerte de María del Carmen Martínez, en un recurso que ayer fue notificado a las partes. Además de rebatir todas las conclusiones incriminatorias a las que han llegado los investigadores (como que se afirme que el detenido es un experto tirador por practicar tiro olímpico y que se descarte que el crimen sea obra de un sicario por la falta de precisión con la que se realizaron los disparos) el abogado rechaza todos y cada uno de los motivos por los que el magistrado José Luis de la Fuente acordó el ingreso en prisión de su defendido.

Fundamentos, no posibilidades

Frente al riesgo de que se fugue aducido por el instructor sostiene el letrado que nada induce a pensar que si no lo ha hecho en los dos meses que han transcurrido desde el crimen hasta su detención vaya a hacerlo ahora. Y que aplicar la teoría de que tiene posibilidades para huir (por disponer de medios económicos) llevaría a encarcelar a todos los investigados hasta que llegara el juicio ya que quien sea capaz de viajar podría burlar la acción de la Justicia. Con lo que no basta con que exista la posibilidad de huir sino que es preciso que se fundamente que puede hacerlo, viene a decir el abogado en un recurso que tiene que resolver la Audiencia.

No se olvida el defensor de Miguel López de incidir en el arraigo de su cliente, casado con la hija menor de la víctima, con tres hijos, dos de ellos menores de edad y escolarizados en Alicante, y con su vida laboral y económica vinculada a esta ciudad.

Tampoco se sostiene, a juicio del representante legal del yerno del expresidente de la CAM, que permanezca en prisión para impedir que oculte pruebas o condicione a los testigos. Entiende el letrado que si se ha decretado una medida tan contundente como la prisión es porque las pruebas ya deben estar a disposición del instructor, por lo que se pregunta entonces cuáles son las que teme que oculte.

En cuanto al riesgo de que influya en los testigos, plantea que aunque éstos ya han sido interrogados en varias ocasiones, y teniendo en cuenta que a quien realmente consideraban su jefa era a la víctima, más a que su supuesto asesino, existen otros medios para impedirlo que no necesariamente que pasar por la cárcel. Bastaría, por ejemplo, un arresto domiciliario o una orden de alejamiento del establecimiento de automoción que regenta (donde su suegra fue abatida de dos disparos el 9 de diciembre) y de las personas que trabajan allí cuyos testimonios forman parte de la investigación.

¿En su propio negocio?

Pese a que el recurso únicamente busca rebatir los motivos por los que el instructor, a petición del fiscal José Llor, encarceló a su cliente, el abogado de Miguel López entra también en la investigación, de la que dice que primero se ha señalado al presunto culpable y después se han encaminado todas las pesquisas en ese sentido.

Por no entender, no comprende por qué con la única declaración del primogénito de María del Carmen Martínez se ha descartado indagar si el móvil del crimen podría estar en los negocios que la familia tiene en Hispanoamérica. Y cuestiona a quién se le ocurriría preparar y consumar la muerte de su suegra en su propio negocio.

No todo el que tiene licencia de armas y posibilidades de conseguir una va a ser un asesino como tampoco en todas las empresas que hay discrepancias éstas se solucionan a tiros, argumenta el abogado que agrega en su recurso que el día del crimen el teléfono de su cliente registró más momentos de inactividad de los que dice la Policía, que los centra en la hora que se produjo el asesinato.

Rebate asimismo que el sospechoso condujera de su negocio a su casa más rápido de los que es lo habitual para asegurase estar acompañado cuando recibiera la noticia: sólo tardó 42 segundos más que la hermana de la fallecida bastante mayor que él y que ade