A preguntas del fiscal José Llor, el yerno de María del Carmen Martínez aseguró que en su casa «no había un ambiente crispado respecto a su suegra». Miguel López negó que el segundo de sus hijo hiciera un gesto amenazante a su abuela y calificó de «imbécil» al mayor por colgar en una red social el mensaje «jaque mate» junto a una foto suya. Un comentario que el detenido consideró «una estupidez» con su suegra recién fallecida pero que en realidad, precisa, «se refería a las notas» del chico.

Sobre la entrega del coche, señaló que las órdenes que dio fue para que se recogiera a primera hora de la tarde, «entre las cinco y las cinco y media», que le dio él las llaves a su suegra ya que el empleado que lo hacía estaba trabajando en otro coche y restó importancia a que el vehículo estuviera estacionado pegado a la pared del lavadero y al fondo «porque la maniobra de salida no plantea ninguna dificultad».

Requerido por su abogado explicó que el problema empresarial en la familia no radicaba «en la tenencia de la acción de oro por parte de su suegra sino en la transmisión y el cambio de los estatutos». Y dio una explicación a que desde el primer momento comentara que le iban a detener por su muerte: lo decían todos los amigos de su cuñado porque uno de ellos «es un policía que estaba en la investigación», comentó, y que la mujer de su cuñado le acusó directamente en el tanatorio.

Sobre su situación económica, aunque admitió que la sociedad de los plásticos, Samar, tiene otorgados avales a Novocar por valor de 20 millones y la ampliación de un préstamo participativo por valor de 1,3 millones, para ese año precisó se esperan unos beneficios de cerca de un millón además de «tener depósitos individuales y conjuntos con su mujer que le permitirían no trabajar».