A ritmo de Björk. Así se adentraron cerca de 50 alumnos de Arquitectura de la Universidad de Alicante (UA) en el mundo de la costura de la mano de la diseñadora de moda islandesa Steinunn Sguroardóttir. Pero no se trataba de una costura al uso, con aguja y dedal, sino de tejer con sus propias manos centenares de metros de ovillos para crear una instalación en la que trabajarán hasta mañana.
Esta original y creativa actividad se enmarca dentro del Mes Cultural de la Escuela Politécnica Superior de la UA y lleva por título «Tejiendo espacios».
Sguroardóttir les explicó con ayuda de algunos vídeos las técnicas básicas para empezar a tejer al mismo tiempo que los estudiantes, tras seleccionar el color de su ovillo, iban practicando cómo colocar los dedos y a realizar el primer nudo. La diseñadora fue incrementando la dificultad a medida que los alumnos avanzaban y fue explicándoles cómo pasar la parte ya tejida a su otro brazo primero y al de un compañero después, para acabar tejiendo una gran tira de lana y algodón entre tres personas.
«Si aprendes la técnica, ya sea la de tejido o de carpintería, puedes utilizarla para lo que quieras. Mi marido es arquitecto y os sorprendería en la cantidad de cosas en las que trabajamos juntos. Moda y arquitectura están muy cerca, comparten el proceso creativo», aseguró ayer esta diseñadora que, tras licenciarse en la prestigiosa Parsons School de Nueva York, ha trabajado para grandes casas como Ralph Lauren, Calvin Klein y Gucci y ahora lo hace para La Perla.
Esta reputada creadora apuesta por «no perder las raíces y respetar la tradición artesana para proyectarla al futuro y crear cosas nuevas con lo que nos ha dejado el pasado porque si sabes mirar bien todo está en el pasado esperando a ser descubierto para el futuro». Ahora, además de su trabajo realiza este tipo de actividades divulgativas y crea instalaciones con tejidos y luces por todo el mundo.
La vuelta al trabajo manual y artesano entusiasmó a los alumnos, acostumbrados a lidiar con el AutoCAD en su día a día y con otros programas de diseño. «Es muy divertido, me está gustando mucho. Mi madre me había enseñado a tejer de pequeña pero hacía años que no practicaba y menos así, con las manos», señaló una estudiante italiana, Francesca Davoli. Además, Sguroardóttir se mostró encantada de que una amplia representación masculina se animara a participar en este «workshop».
«Da igual que no sepáis nada sobre tejer. Si yo puedo hacerlo, vosotros también. Es más sencillo de lo que pensáis», les animaba.
Sguroardóttir desveló que su mayor inspiración es su país, Islandia, y su naturaleza. «Cada uno debe aprovechar su entorno para crear cosas nuevas», afirmó.
El resultado de la instalación se podrá ver mañana y será improvisada aunque sí se puede adelantar que será grande. «Cuando vea cómo va quedando el trabajo de los alumnos decidiremos cómo encajarlo en este edificio, en sus espacios y en los árboles que lo rodean», avanzó satisfecha por enseñar a los jóvenes una nueva técnica que aplicar a su trabajo como futuros arquitectos.
Este es uno de los vídeos que la diseñadora enseñó a los alumnos para que aprendieran la técnica
