Aránzazu Guill, opositora de Educación Infantil, estuvo el curso pasado entero sin poder trabajar porque el tribunal se equivocó al puntuarle y tardó un año entero en resolver su recurso.

Ahora, una vez que le han dado la razón y restituido los puntos que consiguió realmente, le dicen en Educación que no pueden incorporarla en el puesto que le corresponde realmente porque no dispone de «código de centro», extremo del que sólo se dispone cuando previamente se ha trabajado.

El disparate parece mayúsculo pero en la conselleria no le dan más solución que la de ir a juicio, como señala en su resolución la jefa del servicio jurídico del Personal Docente de la Conselleria de Educación, Isabel Zafrilla: «Aránzazu Guill no ha llegado a prestar servicios por lo que resulta imposible reordenarla en ese apartado. La interesada podrá interponer un recurso contencioso-administrativo», sentencia.

«Lo estoy pasando muy mal. Todo el mundo puede equivocarse, fue un error que luego han reconocido y lo que no entiendo es que tenga que pagarlo yo. El curso pasado ya me quedé sin trabajar y este me está volviendo a pasar lo mismo. Los tribunales de justicia puede que resuelvan esto dentro de tres años y, para colmo, este año no habrá oposiciones...», explica desesperada.

Una vez que el tribunal de las oposiciones admitió el error cometido, por culpa de lo que figuró en los listados de interinos con un punto menos sin permitirle trabajo el curso pasado, «creía que ahora, al empezar este curso, me pondrían donde me corresponde y empezaría rápido a trabajar».

Pero cuál fue su sorpresa cuando tampoco aparecía esta vez en las listas. «Al ir a incluirme resulta que no podían porque el resto de integrantes tenían todos servicios prestados, claro está porque trabajaron el curso pasado, como debía haberme sucedido a mí».

El sistema operativo del ordenador, le dijeron, no les permite incorporarle «pese a que otras 30 personas figuraban después que yo según la puntuación obtenida en las oposiciones, y todo porque no pueden ponerme un código de centro. Pues que me pongan 0000 y engañen a la máquina, ¿no?».

Otro recurso

La afectada ha vuelto a recurrir y desde Educación sostienen que la resolución anterior en la que estiman el recurso de Aránzazu, y por la que se le ha sumado el punto que faltaba, «no hace mención al reconocimiento de posibles servicios prestados con efectos retroactivos». Le situaron la primera, pero entre los interinos «sin servicios prestados» de 2015; y, añade la última resolución de Educación, «se ha visto nuevamente mejorada al participar en las oposiciones de 2016».

Pese a estas «mejoras», Aránzazu suma ya dos años sin trabajar, «por culpa de un error de ellos», insiste. Su compañera de referencia en la listas de la bolsa «ya está trabajando este mismo curso desde el mes de octubre», apunta desesperada.

Confiesa que está «echa polvo», porque pese a que le dan la razón, no le sirve de nada. Explica Aránzazu que al no consolidar su puesto en 2015 le podían pasar por delante los opositores de 2016, y que por eso decidió presentarse de nuevo. «Pero no me salió tan buen ejercicio y no me han llamado para trabajar. Al margen de esto, me correspondería trabajar desde mayo del año pasado».

Ya no es lo que se ha perdido. «Si no me reconocen mi puesto, no voy a volver a trabajar en la vida hasta que no salgan nuevas oposiciones y consiga mejorar la nota todavía más», concluye apesadumbrada.