Los nietos de la víctima y el exyerno, Manuel Soler, quedaron descartados por la Policía de su conexión con el crimen a los quince días de investigación, según revelan las resoluciones del sumario. Desde los primeros momentos, las sospechas de la Policía sobre el móvil del crimen iban dirigidas a la familia, por lo que pidieron intervenir los teléfonos de las tres hijas tres hijasde la víctima, sus respectivos maridos y exmarido y sus ocho nietos. La familia del primogénito, Vicente Sala Martínez, no se incluyó en la relación de teléfonos pinchados. A los quince días la Policía retiró las escuchas de todos los nietos, incluídos los hijos del principal sospechoso, al no obtenerse ningún dato relevante para la investigación y dado que ninguno de ellos se encontraba en las proximidades del lugar del asesinato el día de los hechos, según indican los informes policiales.