Tras dormir dos noches en los calabozos de la Comisaría Provincial de Alicante, Miguel López ha pasado esta madrugada recluido en la prisión de Fontcalent. Sobre las seis y media de la tarde de ayer llegó al centro penitenciario y como suele ocurrir con otros presos fue recluido en una celda del departamento de Ingresos, aunque al tratarse de un delito de sangre el que se le imputa se le ha aplicado el Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS) durante 24 horas. Esto implica que esté acompañado todo el día por otro preso para que le vigile de cerca y alerte de cualquier intento de autolesión.

En los calabozos de comisaría estuvo solo en una celda pero con estrecha vigilancia de los agentes del servicio de seguridad.

Fuentes penitenciarias señalaron que el yerno de la viuda de Sala estaba «tranquilo» cuando llegó a la prisión y fue examinado por un médico, quien no detectó nada anormal en su estado de salud.

Presumiblemente Miguel López permanecerá varios días en el departamento de ingresos hasta que sea examinado por psicólogos y educadores, los cuales determinarán el módulo donde aconsejan sea recluido.

Lo normal es que al ser un preso primario -que ingresa por vez primera en la cárcel- Miguel López sea recluido en uno de los llamados MER, Módulos de Educación y Respecto.