El Ministerio de Fomento ha terminado reaccionando y ha incluido, forzado ahora por la presión de los empresarios, en el proyecto del Corredor Mediterráneo la necesaria conexión del Puerto de Alicante con la plataforma ferroviaria, pero los plazos siguen siendo muy largos. En principio, Alicante contará también con un carril para carga (tercer hilo) para finales de 2018 hasta La Encina pero tendrá que esperar hasta 2025 para que el trazado se convierta en alta velocidad porque, de momento, en el cronograma del Gobierno no figura el tercer carril entre Villena y Xàtiva hasta ese horizonte, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico y que también maneja la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), que ayer celebró en Tarragona el segundo de los encuentros programados este año para exigir celeridad e inversiones al ministerio.

De momento, el enlace queda incluido pero habrá que esperar a ver qué Presupuestos Generales presenta el Gobierno central para comprobar si la voluntad política demostrada ahora tiene pulso político realmente.

En estos momentos, Alicante tiene dos líneas ferroviarias de mercancías con Madrid, pero ninguna con Cataluña. La búsqueda de soluciones que permitan la convivencia de los dos anchos de vía más comunes, el ancho ibérico (1.668mm) y el ancho estándar internacional (UIC, 1.435mm), llevó a Adif en su día a proponer en algunos tramos la instalación de un tercer carril, también conocido como tercer hilo, entre los dos existentes en el ancho ibérico, permitiendo la circulación de trenes en ancho internacional, pero dejó al Puerto de Alicante fuera de sus planes.

El modelo de vía de tres carriles ya existía en el ferrocarril, la novedad que aportó el nuevo diseño y que no se había desarrollado antes en ninguna parte del mundo es que permite la circulación de trenes de viajeros y de mercancías con grandes prestaciones.

La solución más deseable y definitiva sería, según la patronal, poner en servicio una nueva plataforma con dos vías dedicadas al tren de alta velocidad para viajeros, pero ante la imposibilidad (o la no disponibilidad de dotación económica), la instalación de un tercer carril permite iniciar el servicio con trenes de alta velocidad en ancho UIC.

Sin embargo, lo harán con un servicio restringido, no comparable con las características del servicio de alta velocidad como existe entre Alicante y Madrid, por citar un ejemplo, pero que efectivamente podrá mejorar el servicio existente en la actualidad.

En la práctica, la velocidad máxima que pueden alcanzar los trenes en las vías dotadas de tercer carril es de 160 km/h, lejos de los 300 km/h que logra el AVE. Con toda probabilidad, este será el caso de la línea para el AVE entre Valencia y Castellón, permitiendo una conexión entre ambas ciudades en alrededor de media hora.

Así pues, la patronal considera que la implantación del tercer carril es una solución provisional, que permitirá mejorar el servicio actual con trenes de altas prestaciones, mientras no se disponga de las futuras dos vías dedicadas para trenes de alta velocidad, algo que no se prevé hasta 2025.