Vicente Sala Martínez sabía que su madre le iba legar su parte de las acciones en las empresas de la familia, con lo que individualmente tendría más que cada una de sus hermanas, pero necesitaba su acción de oro para poder tener el control del grupo frente a la unión de las tres. Así se lo contó a los agentesque le preguntaron a quién creía que podía beneficiar la muerte de su madre. El primogénito relató que la familia llevaba «un año y medio intentado llegar a un acuerdo sin conseguirlo de cómo debían estar formados los órganos de administración de todas la empresas». Y explicó que había dos posturas enfrentadas: la defendida por su él, su madre y su tía y la que planteaban sus tres hermanas.
Vicente Sala aseguró que su «madre quería que dirigiera la empresa de plástico siguiendo la voluntad de su padre en el testamento». Documento en el que, asegura, el expresidente de la CAM «otorgaba una acción de oro a su mujer con sustitución fideicomisaria a su muerte en la persona de su hijo Vicente». Y que instaba a realizar los cambios necesarios en los estatutos para que se cumpliese su voluntad. En estos momentos la administración del grupo la llevan firmas controladas por el hijo que hacen las veces de administradores suplentes.
