Si las relaciones en el seno de los Sala ya eran tensas o prácticamente inexistentes antes del asesinato de María del Carmen Martínez, la situación tras el crimen, lejos de propiciarse un acercamiento, ha ido a peor. Unas horas después de que fuera detenido Miguel López, el yerno de la víctima que permanece en prisión desde el viernes como autor material de su muerte, la hermana de la fallecida, Antonia Martínez, declaró a la Policía que no tenía «ninguna duda» de que había sido él.
Aunque los agentes sólo le preguntaron por el arrestado, la cuñada del exvicepresidente de la CAM Vicente Sala quiso que constara su «preocupación» por el hecho «de que alguna o las tres hermanas (en alusión a sus sobrinas) puedan también tener que ver en la muerte» de María del Carmen. Recelo que basa en que «no hayan mostrado ningún gesto de dolor o arrepentimiento» tras el crimen.
La mujer contó que hace unos años, cuando las relaciones familiares aun no se había deteriorado, hablando en una sobremesa sobre personas que hacen la vida imposible, le llamó la atención que Miguel dijera que «eso se solucionaba con un sicario». Y recordó otro episodio en el que tras aconsejarle a su sobrina Fany (la mujer de Miguel) que colaborara en vez de hacer las cosas difíciles (en la disputa en las empresas), éste «se levantó como si estallara, dio un golpe fuerte con la mano en la mesa y se le encaró en tono desafiante mientras gritaba que ya estaba bien de maltratar a su mujer».
También refirió a los agentes «la cara desafiante y agresiva» que tenían todos (por sus sobrinas y los hijos de éstas) hacía ella, su hermana y el primogénito en la junta en la que éste fue nombrado administrador único con el apoyo de su
