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A la hermana de la víctima le sorprendió que el yerno les saludara al llegar al taller

La Policía reconstruyó las últimas horas de vida de la víctima para saber quién sabía que iba a estar en el lugar donde fue asesinada

Muy pocos eran los que sabían que María del Carmen Martínez iba a ir la tarde del crimen a Novocar a recoger su coche, según los informes policiales a los que ha tenido acceso este diario.

La Policia ha reconstruido en la investigación cuáles fueron los movimientos de ésta a fin de determinar quién podía saber dónde matarla en el lugar en el que se produjo el crimen. La víctima estuvo toda la tarde en casa de su hermana Antonia, donde comieron juntas, y no salieron a la calle. Antonia supo a las dos de la tarde que tenía que llevar a su hermana a Novocar a recoger su coche. Las llamadas telefónicas que realizó durante las horas previas a su muerte fueron para tratar temas de trabajo a algunos de sus más estrechos colaboradores, entre ellos su secretario personal y el encargado de mantenimiento de la finca familiar. A ninguno les mencionó nada de que tenía que recoger el coche esa tarde. Además de la hermana de Mari Carmen, que tenía que llevarla en coche, tan sólo la recepcionista de Novocar, el jefe de taller y el propio Miguel López lo sabían, según recoge el sumario del caso.

Nada más llegar, sobre las 18.25 horas, a las dos hermanas les sorprendió que Miguel fuera hacia ellas y les saludara con la mano, relató Antonia a la Policía, ya que éste no las saludaba cuando lo encontraban por los problemas familiares que existían relacionados con la gestión de los negocios familiares. La hermana declaró que no recordaba que alguna vez se hubiera entregado un vehículo en el lavadero ni que lo hubiese hecho Miguel. Mari Carmen se bajó del coche para recoger el suyo y Antonia se marchó a casa, sin saber que era la última vez que la iba a ver con vida.

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