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Un empleado declara que el coche de la viuda estaba listo por la mañana y que el yerno retrasó su entrega

La investigación apunta a que Miguel López volvió a meter el vehículo en el lavadero una vez limpio

Un empleado declara que el coche de la viuda estaba listo por la mañana y que el yerno retrasó su entrega

Las declaraciones prestadas por dos empleados del negocio Novocar donde mataron a María del Carmen Martínez revelan que el Porsche Cayenne de la víctima ya estaba reparado y lavado a las once y media de la mañana. El coche lo dejaron en el aparcamiento pero Miguel López le dijo a una empleada que le dijera a su suegra que lo recogiera a última hora de la tarde. Así lo ha declarado el jefe de taller de Novocar ante la Policía, quien además ha precisado que se alargó de forma inusual la entrega del coche cuando el procedimiento habitual era entregar los vehículos lo antes posible, según se recoge en el sumario del caso.

Los mismos indicios que utiliza la Policía Nacional para situar a Miguel López en la escena del crimen de su suegracrimensuegra, se repitieron cuatro días antes del 9 de diciembre, pero el supuesto plan de acabar con la vida de la viuda del expresidente de la CAM se vieron frustrados porque la víctima no se quedó sola -como ocurrió cuando la tirotearon- al estar acompañada de su hermana, lo que supuestamente le forzó a posponer el macabro plan, según la hipótesis que baraja la Policía.

Los investigadores del Grupo de Delincuencia Violenta sospechan que el yerno de la víctima presuntamente planeó matar a su suegra el lunes 5 de diciembre, día en que María del Carmen llevó al negocio de Novocar regentado por su yerno otro turismo diferente al Porsche donde le tirotearon, uno de la marca Honda.

Tanto el día del crimen como cuatro días antes, el vehículo de la víctima fue introducido de nuevo en el habitáculo del lavadero pese a estar ya limpio y preparado para entregarlo a María del Carmen. Era la escena elegida para perpetrar el crimen y, como publicó este diario, la norma habitual del negocio de automoción era retirar del lavadero los coches una vez limpios y estacionarlos en una zona de aparcamiento situada a unos metros, donde los recogen los clientes.

El lunes 5 de diciembre la viuda de Sala acudió con su hermana y no se quedo sola como el viernes, por lo que no sucedió nada.

La Policía ha tomado declaración a los empleados de Novocar que trabajaron el día del crimen y ninguno reconoce haber dejado el Porsche de la víctima dentro del lavadero. Tampoco lo ha admitido Miguel López, ni cuando declaró como testigo ante la Policía, ni en su comparecencia del pasado viernes en el juzgado de guardia poco antes de ser enviado a prisión.

El empleado que se encarga de lavar los coches en Novocar declaró a los investigadores que el coche lo dejó lavado y estacionado en el aparcamiento a las 11.30 horas, sin que pudiera precisar quién movió el turismo.

La Policía está convencida de que fue el yerno de la víctima quien introdujo el coche en el lavadero, tanto el 9 de diciembre, como cuatro días cuando acudió con el otro turismo que solía usar la víctima.

Otro indicio que esgrime la Policía contra Miguel López son las instrucciones que dio al encargado del lavadero para asegurarse de que no estuviera en la zona donde tirotearon a María del Carmen. El yerno le envió a realizar unos recados trasladando unos muebles a otra nave situada en Alicante y así evitó presuntamente que hubiera personal en la zona del lavadero cuando ella fue a recoger su coche.

La luz del lavadero estaba apagada y, según la Policía, Miguel López fue la última persona que vio con vida a María del Carmen Martínez el 9 de diciembre. A diferencia del lunes 5 de diciembre, cuando la víctima estaba acompañada de su hermana y no se quedó sola, María del Carmen recibió las llaves del Porsche de manos de su yerno. Mientras que la Policía sostiene que a continuación la mató de dos disparos y se marcho del negocio, Miguel López ha declarado que le dio las llaves a su suegra y entró en la zona de taller, donde estuvo acompañado en todo momento de algún empleado.

Unos minutos más tarde, según la versión del yerno, se dispuso a marcharse del negocio y le preguntó a un empleado si se había ido ya su suegra. El trabajador le dijo que no, que tenía la puerta abierta y parecía que podría estar hablando por teléfono. Presumiblemente en ese momento ya estaba herida de muerte la mujer en el asiento del conductor.

Miguel ha declarado a la Policía que subió a su despacho a recoger su cartera y ordenador y cuando salió para marcharse vio que el coche de su suegra seguía en el lavadero, pero dice que no la vio dentro porque estaba oscuro.

El yerno de María del Carmen ha insistido en que no sabe quién dio la orden de meter el Porsche en el lavadero ni sabe quién lo metió. El resto de trabajadores tampoco lo saben pero la Policía señala a Miguel López como el responsable.

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