La elección del lavadero para acabar con la vida de María del Carmen Martínez no fue porque fuera una zona libre de cámaras de vigilancia en el establecimiento de Novocar. El negocio de automoción no tenía cámaras ni en esa zona ni en el resto. «Nunca las ha tenido», según aseguran fuentes cercanas al caso.

Pese a que en las instalaciones hay varios carteles de la empresa de seguridad advirtiendo de que se trata de una zona de vídeovigilancia conectada a una central de alarmas, las fuentes consultadas precisaron ayer a este diario que ni hay cámaras disuasorias ni nunca han estado instaladas ni operativas. Lo que sí dispone el establecimiento administrado por Miguel López es un moderno sistema de alarma de alta tecnología de Protemax que puede fotografiar a los intrusos en caso de robo en el local.

Por ello, la elección del lavadero para disparar a la viuda de Vicente Sala no se produjo para sortear las cámaras de vigilancia, sino más bien para protegerse de las miradas de cualquier empleado o cliente del establecimiento.