Incredulidad, conmoción y, sobre todo, mucho pesar. Ésas fueron las palabras más repetidas ayer entre los empresarios alicantinos tras conocer la detención del yerno de María del Carmen Martínez, la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, como el supuesto autor de su asesinato. Un crimen que ya se había convertido en el centro de muchas conversaciones en los círculos económicos de la provincia durante los últimos dos meses, debido a la relevancia que alcanzó Sala como presidente de Caja Mediterráneo y a las dimensiones del grupo industrial que fundó, y que ayer tomó un cariz aún más grave al confirmarse que pudo ser un familiar quien estuviera detrás del homicidio.

«Una cosa así deja a una familia abierta en canal. No doy crédito a lo ocurrido», señalaba ayer el hotelero y antiguo amigo de Vicente Sala, José Orts, que recordó el celo con el que solía preservar su intimidad el empresario fallecido. «¡Si viera ahora lo ocurrido!», apostilló.

Otro amigo de la familia, el valenciano y presidente de la Fundación Pro-AVE, Federico Félix, aseguraba estar «traumatizado» con la noticia. «Una familia con una trayectoria empresarial tan brillante, ¿qué necesidad había de esto?», se preguntaba. Félix también reclamó celeridad en la investigación policial para «cerrar cuanto antes la herida y que el resto de la familia pueda continuar su vida, si eso es posible».

Del mismo modo, el que fuera vicepresidente de la CAM Armando Sala mostró su absoluta «sorpresa» por el arresto de Miguel López, del que señaló que siempre le había parecido «un muchacho muy abierto y jovial» . «No me cabe en la cabeza que pudiera hacer lo que le atribuyen», apuntó, tras expresar su «honda preocupación y pesar por todo lo acontecido».

«Me cuesta mucho pensar que puedan ocurrir cosas así. Vicente Sala siempre fue un caballero y María del Carmen, una señora. Confío en que la justicia pueda resolver definitivamente el crimen», aseguraba también el que fuera director territorial de la CAM durante muchos años Agustín Llorca. «La sensación de tristeza es doble. Ya era triste que hubieran matado a María del Carmen, pero que encima sea un familiar, si se confirma, es aún más triste», apuntaba, por su parte, el que fuera responsable de comunicación de la caja durante buena parte del mandato de Vicente Sala.

Mundo institucional

También desde las principales instituciones empresariales de la provincia expresaron ayer su consternación por la detención del supuesto autor del crimen. No en vano, pese a su discreción, los Sala eran una de las familias más conocidas en los sectores económicos alicantinos y su grupo industrial, Samar Internacional, sigue siendo una de las firmas con mayor facturación de la zona, con más de 250 millones de ingresos en 2015.

«Me parece espeluznante, no hay palabras para calificar algo así», señalaba el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Juan Riera, quien destacó que «ninguna disputa empresarial o por una herencia puede justificar algo así». «Los empresarios estamos estupefactos», añadió. «Algo así sólo puede ser fruto de la locura y la sinrazón. Confiemos en que la Policía pueda aclararlo todo y que la familia se recupere», apuntó el expresidente de Coepa Joaquín Rocamora.

En la misma línea, el actual presidente de la patronal alicantina y también de la Asociación de la Empresa Familiar (Aefa), Francisco Gómez, habló ayer de «conmoción» entre el empresariado. «Es muy lamentable, nos preocupa a todos. Estas cosas no deberían ocurrir nunca. Hay otros canales para dirimir las disputas», apuntaba, al tiempo que admitía que el reparto de las herencias suele ser fuente de conflictos, aunque «por fortuna, no suele llegarse a estos extremos». Al igual que los anteriores, pide prudencia hasta que se confirme la autoría del crimen.