Para Víctor Encabo su imagen es fundamental, ya que está buscando empleo y no quiere que nada falle cuando se enfrenta a una entrevista de trabajo. De ahí que este joven se haya propuesto llegar hasta el final, primero contra la peluquería que le ha hecho un corte de pelo que no es de su agrado y en segundo lugar contra la Oficina Municipal de Consumo de Alicante, ya que según denuncia Encabo, no han querido aceptar su reclamación contra la peluquería «al considerarlo una tontería».

La odisea de Víctor comenzó la semana pasada, cuando acudió a una peluquería de la ciudad «para cortarme un poco el pelo». Lo que no esperaba era enfrentarse a lo que él califica como un cambio radical de imagen. «Me lo cortaron demasiado y me dejaron lleno de trasquilones. Estoy seguro de que quien lo hizo era un aprendiz y no era para nada lo que yo les había pedido, porque ésta no es la imagen que quiero dar».

El denunciante asegura que, tras pagar por el corte de pelo, solicitó las hojas de reclamaciones a la peluquería «y me dijeron que no tenían», por lo que no se lo pensó dos veces y el pasado viernes acudió a la Oficina de Consumo, situada a espaldas del Ayuntamiento. Su sorpresa vino cuando explicó a los funcionarios el asunto por el que quería litigar. «Un primer trabajador me dijo que el motivo de mi queja no entraba dentro del arbitraje». Cuando Encabo pidió que le argumentaran esta respuesta, «el funcionario me espetó que eso lo decidía el jefe». El joven asegura que solicitó hablar con el responsable de la oficina «quien se reafirmó en esta respuesta y me dijo que me marchara al juzgado si quería denunciar a la peluquería».

Doblemente enfadado por el corte de pelo mal hecho y el trato recibido en la oficina municipal, Víctor Encabo acudió ayer al Registro del Ayuntamiento, donde puso una queja contra Consumo para que se abra una investigación contra su coordinador.

«Ya sé que el pelo crece», añade, «y en parte me siento estúpido con todo este tema, pero como consumidor creo que tengo derecho a mostrar mi enfado, primero porque he pagado por un servicio que no ha sido de mi agrado y en segundo lugar porque no se han respetado mis derechos». Víctor Encabo está buscando empleo, por lo que cuida su imagen personal hasta el más mínimo detalle. Por eso asegura que no se siente cómodo con su nuevo y forzado aspecto. «Me hace las facciones muy duras, es un cambio de imagen muy radical. Ya sé que puede parecer una tontería, pero en las entrevistas de trabajo todas estas cosas las tienen muy en cuenta».

Desde la Concejalía de Comercio, el asesor Pedro de Gea sostiene que en la Oficina de Consumo «siempre se admiten todas las reclamaciones». El problema de este caso «es que la denuncia es muy subjetiva. ¿Cómo se valora si un corte de pelo está mal hecho?», se pregunta De Gea. No obstante, el asesor de Comercio afirma que se estudiará la reclamación «y en caso de que se compruebe que la peluquería carece de hojas de reclamación se actuará en consecuencia».