Dos futuros emprendedores, un chico y una chica, esconden en una de sus manos un billete de diez euros arrugado y se separan unos metros. Previamente el mago Adrián había roto un trozo del que tenía el chico. Y por arte de magia el billete entero pasa a la mano de la chica y el roto a la del chico.

El mago Adrián, campeón nacional de Invención Mágica, no desveló el truco a los asistentes al taller para emprendedores celebrado en la Universida de Alicante (UA) pero le sirvió para explicar la importancia del pensamiento lateral o creativo con el fin de que los futuros empresarios aprendan a sacar partido de esta otra forma de pensar. No es habitual contar con los servicios de un mago en la universidad, pero en esta ocasión se trataba de comprender cómo la magia también puede ser útil a la hora de crear tu propia empresa.

«Lo que les quiero enseñar es la estructura de pensamiento que utilizamos los magos para resolver problemas aparentemente imposibles y darles así nuevas pautas que puedan incorporar a su trabajo», explicó el mago. «No se trata de explicarles cómo hago los trucos, sino que comprendan los procesos que hay detrás y entrenen sus habilidades», añadió.

A priori puede parecer que la magia está lejos de la empresa, pero para encontrar una idea diferente el pensamiento lateral puede ser una herramienta útil.

«Lo primero apartar de forma consciente cualquier pensamiento racional o analítico y poner en práctica el lado creativo», indicó Adrián. «Una vez que tengan las ideas ya llegará el momento de utilizar el raciocinio para apartarlas o incorporarlas y en ese caso llevarlas a la práctica», argumentó.

En un primer momento parte de los asistentes se mostraron escépticos por lo que de las palabras, el mago pasó a la práctica. El ejercicio que les planteó fue de rapidez mental. En grupos de tres o cuatro personas les planteó un juego: Qué pasaría si.....y los alumnos debían lanzar todas las ideas que se les ocurrieran en el menor tiempo posible, casi sin pensar. «Cuándo vieron los resultados empezaron a comprender el pensamiento creativo. Por ejemplo al plantear qué pasaría si todos fuéramos iguales, de entre varias ideas surgió la de montar una empresa de disfraces para diferenciarnos. Surgió una idea de negocio», defendió Adrián. Prueba de que no hace falta pronunciar ningún conjuro para elaborar ideas creativas que pueden ayudar a montar un negocio o a esquivar los obstáculos que surgen en el proceso de creación.