«Hasta que Gutemberg inventó la imprenta los libros se transcribían a mano en los monasterios y muy poca gente accedía a la información. A partir de ese momento el avance de la humanidad fue tan grande que se llegó al Renacimiento. Eso mismo pasa ahora, con el Big Data pasamos del oscurantismo de la Edad Media al Renacimiento de la edad de la información». Así resume el coordinador de Ingeniería Informática de la Universidad de Alicante y de la cátedra Telefónica sobre Big Data, José Norberto Mazón, la importancia de este concepto tan de moda actualmente pero poco conocido en realidad.

Mazón impartió ayer un taller para emprendedores dentro del programa DOEACT_UA que se desarrolla en el campus. «Vivimos en una sociedad cada vez más tecnológica, el mundo está datificado y aunque no nos demos cuenta cada cosa que hacemos genera un dato, desde usar la tarjeta de crédito hasta realizar un comentario en una red social», explica el profesor.

El Big Data, continúa, agrupa toda esa catarata de datos en las llamadas tres «v»: Volumen, que es ingente; Variedad, son datos heterogéneos; y Velocidad, imprescindible para procesarlos. Pero la más importante y la que deriva de éstas es la cuarta «v» el Valor. «Puedes tener todos los datos del mundo pero si no se obtiene de ellos un valor social o económico no sirven de nada», afirma Mazón. Y aquí es donde se centra la utilidad para los emprendedores.

«A raíz del Big Data, surge el concepto Open Data cuando la administración Obama decidió abrir sus datos en aras de la transparencia, la colaboración y la participación», señala Mazón. En España también se está realizando. Esta es la verdadera revolución. «De esta forma se pueden usar los datos como materia prima para sacar un producto o servicio beneficioso para el ciudadano. Esta colaboración público privada es un verdadero filón para los emprendedores», argumenta.

Encontrar nichos de mercado por un lado y procesar, gestionar y analizar los datos por otro, abren unas posibilidades inmensas de negocio. En concreto, la reutilización de datos abiertos a nivel europeo se estima en unos 200 billlones (1,7% del PIB) para 2020. La buena noticia es que esas posibilidades «tienen que ser multidisciplinares», asegura Mazón. «Necesitas informáticos, expertos en economía, en marketing y en la disciplina de la que se trate, sea Turismo o Medicina», añade el también coordinador de la sede de Torrevieja de la UA.