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El tripartito manda los presupuestos a Madrid más tarde que el año pasado

Gabriel Echávarri anunció su intención de enviar las cuentas a Hacienda antes de acabar 2016

Sofía Morales (Hacienda).

Más tarde aún que el año pasado, y ya sin el argumento de haber llegado al gobierno local empezado el año (como sucedió en 2015), y, además, sin un acuerdo cerrado para su aprobación, después de la infructuosa negociación con Ciudadanos y ante la situación de minoría en la que se encuentra el equipo de gobierno en el pleno municipal. En estas circunstancias y a principios de esta semana, el tripartito envío a Madrid los presupuestos para 2017, en un viaje que arrancó casi un mes después de la fecha prevista en la agenda del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri. Y es que en repetidas ocasiones, el regidor socialista insistió en que su intención era mandar las cuentas al Ministerio de Haciendacuentas antes de que finalizase el año. De hecho, en las conversaciones que mantuvo con los concejales de Ciudadanos, las prisas, entre otros aspectos, estuvieron siempre sobre la mesa.

Sin embargo, el paso por manos del interventor municipal retrasó el envío de las cuentas al ministerio que dirige Cristóbal Montoro (PP), en el que se espera que estén las próximas semanas hasta que vuelvan con reparos (como sucedió el año pasado) o con el visto bueno para poder someterlas a votación del pleno municipal. Ahí llegará el principal escollo del tripartito, que a día de hoy reconoce que todavía no tiene el apoyo cerrado de ningún grupo de la oposición ni tampoco de los dos ediles tránsfugas. Con catorce votos a favor (si PSOE, Guanyar y Compromís no se oponen a las cuentas que ellos mismos han elaborado), el equipo de gobierno necesitaría al menos la abstención de un representante de la oposición. Desde el PP prevén votar en contra, al igual que en Ciudadanos, después de que las negociaciones acabasen sin acuerdo al exigir la formación naranja cuestiones que Alcaldía consideró «inasumibles e innegociables», como paralizar el cambio de calles franquistas -petición realizada antes del auto de la jueza-, la supresión de la Concejalía de Protección Animal y la licitación inmediata de las contratas caducadas, entre otras líneas rojas. Así, todo parece indicar que el futuro de las cuentas pasará por manos de los tránsfugas. Belmonte (ex de Guanyar) ya ha anunciado que no se opondrá a los presupuestos del tripartitopresupuestos si le admiten las enmiendas que presente, «que serán sólo para mejorar la ciudad».

Las cuentas que el gobierno local de Alicante ha mandado a Madrid suponen una mejora para el grupo municipal socialista, que aumentaría el presupuesto de las concejalías que gestiona hasta rozar los 180 millones de euros, incluido también el organismo autónomo del Patronato de Turismo. Los socialistas se quedarían con más del 70% del presupuesto, gracias en parte a áreas como Recursos Humanos, Tráfico, Economía y Hacienda e Infraestructuras. En segundo lugar, en el reparto del dinero entre los grupos del equipo de gobierno, se mantendría Guanyar, con unos 68 millones de euros, el 26,8% del total, sobre todo por la contrata de la limpieza de la ciudad, que depende del áreas de Medio Ambiente.

Para este año, de aprobarse las cuentas tal cual acordó el tripartito, Compromís será el principal damnificado, al dejar de manejar el dinero que correspondía a la Xarxa Llibres, lo que le dejaría para este año una partida total de unos 6,7 millones de euros, pese al repunte de Coordinación de Proyectos gracias a la rehabilitación del entorno de los castillos, el llamado proyecto DUSI que cuenta con financiación europea.

Con todo, estas cuentas dependen todavía del Ministerio de Hacienda, ya que Alicante sigue sometida al plan de ajuste y sus presupuestos deben ser fiscalizados desde Madrid, y posteriormente de las enmiendas que puedan presentar, si se aceptan, los representantes de la oposición. El año pasado, el tripartito ya estaba en minoría, pero Belmonte se comprometió a apoyarlos. Este año, en cambio, todo está más en el aire.

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