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Nogueroles: «Hay que retomar la educación ética y moral contra la violencia en el aula»

El psicólogo José Joaquín Nogueroles aboga por abordarlo con firmeza y no mirar hacia otro lado

Nogueroles: «Hay que retomar la educación ética y moral contra la violencia en el aula»

¿Qué ha podido ocurrir tras la agresión del chico de Villena a sus compañeros?

Es un poco complicado hacer un juicio sin tener suficientes datos. No obstante, yo me remitiría al desgraciado suceso que ocurrió en la Universidad de Columbine en los 90 cuando dos chavales hicieron una masacre. Estos chavales sufrieron un cierto acoso, pero hay otros factores a analizar.

En caso de que hubiera acoso en el caso de Villena, ¿es habitual que una víctima reaccione de forma agresiva como una defensa?

Sí, podría darse el caso de defenderse, pero en general los acosadores eligen a sus víctimas entre los mas débiles y por eso las reacciones que vemos normalmente en los acosados son otras, llegando al suicidio como en el reciente caso de una chica en Murcia. Es a lo que estamos acostumbrados, pero puede ser que al chico de Villena esta situación le sobrepasara y optara por agredir a sus compañeros. Podría tratarse de una salida de violencia ante un caso de acoso, pero es muy pronto para saber qué ha ocurrido y a veces no se sabe. Por ejemplo, del chico que mató a su familia con una ballesta no se han sabido las motivaciones. Imagino que al joven de Villena que han llevado al hospital de Elda lo valorarán en el área de Salud Mental y allí pueden entender lo que ha ocurrido.

¿Qué lleva a un chaval a acosar a otro?

Simplemente el hecho de poder hacerlo. En primer lugar, hay una permisividad extrema en estos asuntos por parte de la sociedad e incluso en los centros. He visto cosas increíbles. Una vez vi un caso de violación a una chica y el centro miró hacia otro lado. Cuando sale a la luz un caso de acoso todo el mundo se echa las manos a la cabeza pero antes no se hizo nada.Por otro lado, desde la Conselleria de Educación con el Plan PREVI hacen lo que pueden, están muy motivados, pero la solución al final es la misma: sacar del colegio al acosado. Así se lanza el mensaje de que los acosadores pueden hacer lo que les dé la gana. En los 15 años que llevo trabajando, si he visto 100 casos de acoso el 99% se ha acabado por cambiar de centro al acosado, lo que con el ciberacoso tampoco sirve de nada. Hay chavales que se han cambiado de instituto, y en el nuevo centro se han enterado de lo ocurrido y han seguido acosándolos.

¿Cómo elijen a las víctimas?

Es una cuestión de debilidad y de diferencia: el bajo, el alto, el gordo, el flaco, el extranjero, el listo... Hay muchos niños que prefieren no sacar buenas notas para no convertirse en diana. Además hay una profunda falta de educación moral en las familias. Hay chavales acosadores que consideran que lo que hacen lo tienen que hacer. Por ejemplo, una niña decía de otra que se lo merecía por lo pelos que llevaba. Al final hasta la propia víctima se lo llega a creer igual que pasa con las mujeres maltratadas. Muchas de las víctimas además procuran ir con el grupo de agresores, es una especie de Síndrome de Estocolmo. Con tal de estar en el grupo asume ser la víctima. Es un tema muy complejo.

¿Hay solución al acoso?

Desde mi punto de vista no ha habido ninguna acción seria para controlarlo. Se habló mucho hace unos meses de que iban a importar el plan Kiva de Finlandia, pero es un sistema cultural totalmente distinto al nuestro. Creo que hay que retomar la educación ética y moral, señalar lo que está mal. Creo que no ha habido un rearme de la comunidad educativa tanto moral como formativo y es necesario. Los centros siguen negando el problema.

¿Y los padres?

Los padres a veces ni se enteran, ni los de los acosados ni los de los acosadores. Hay poca conciencia. Sólo he encontrado un centro en el que a raíz de una llamada cogieron a los implicados, se lo tomaron en serio y les amenazaron con la expulsión inmediata. Hay que ser muy estrictos frente al acoso.

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