Casi un millar de centros concertados de la Comunidad están obligados a solicitar de nuevo la subvención de las aulas que tienen subvencionadas ahora, y deben hacerlo por primera vez por internet.

Ayer mismo arrancó el plazo de 30 días que el Consell da a los centros para cumplimentar adecuadamente las solicitudes, que deberán llegara a Educación via online antes del próximo 7 de marzo.

Desde el propio sector se solicitaron indicaciones precisas para que posibles errores en la tramitación no dieran al traste de entrada con las peticiones de conciertos por cuestión de forma, y la conselleria reunió ayer a la totalidad de los titulares de los centros en dos sesiones maratonianas en las que la subdirectora de Centros, Lluisa Martínez, fue desgranando paso a paso el modo de proceder.

«No se va a presentar ningún papel», advirtió la responsable educativa ante la atónita mirada de cientos de representantes asistentes a la sesión, entre los que después hubo quienes confesaron el «agobio», «inseguridad» e «inquietud» que el nuevo sistema les provoca. Algunos de los directores consultados por este diario indicaron que hacerlo por internet acrecienta la «incertidumbre» en la que ya están inmersos, a consecuencia de la renovación de la totalidad de los conciertos a excepción de la etapa de Primaria, que queda aplazada para dentro de dos años porque el anterior gobierno del PP blindó estos conciertos.

A las aulas de Primaria solo les afecta este trámite de solicitud de subvención en los casos en los que se quiera ampliar el concierto o cambiar lo existente.

«Hay un correo electrónico para atender cualquier duda, no llaméis al SAI» -Servicio de Asistencia Informática de la Generalitat-, volvió a advertir la subdirectora de Centros.

Firma digital

Para tener opción a los conciertos cada centro deberá adquirir su propia firma digital y validarla para que la conselleria la reconozca. Y no olvidarse de todas y cada una de las aulas, amén de la declaración detallada sobre el número de profesores, que cumplan todos los requisitos legales de su puesto, horarios y un largo etcétera de datos que sirven a la conselleria para controlar efectivamente cada euro que invierta en los conciertos, tal y como se comprometió a hacer el Consell en los primeros compases de la legislatura.

Al malestar generado por estos trámites, el sindicato Fsie añade críticas sobre «falta de transparencia». Desde que se crearon en 1983, hace 33 años, este curso se han suprimido las comisiones provinciales que valoraban las peticiones de conciertos cada año.