Nuevo intento de propósito de enmienda en el tripartito. Los tres líderes del equipo de gobierno empezaron ayer la semana viéndose las caras con un objetivo claro: intentar reducir la crispación interna agudizada en las últimas semanas con asuntos como la creación de dos direcciones generales, aplazada tras la negativa de Guanyar y Compromís, o la decisión del propio alcalde Echávarri de reducir la presencia del grupo de Pavón en la Junta de Gobierno, al quedar los de Pavón con cinco ediles, frente a los seis del PSOE, tras la expulsión de la ahora tránsfuga Belmonte.

El regidor socialista anunció a sus socios de gobierno la convocatoria el pasado fin de semana, coincidiendo con un mensaje en tono conciliador que publicó en su perfil en las redes sociales. «72.264 alicantinos nos dieron su confianza. Alicante lo merece», escribió Echávarri, junto a una imagen suya y de sus socios sujetando la vara de mando durante el pleno de investidura de junio de 2015. Ese mensaje, en el que aludía a los votos por separado logrados por los tres grupos del gobierno, se une a las declaraciones que realizó en Fitur, en las que aseguró que no volvería a hablar sobre polémicas dentro del tripartito. Por el contrario, conocidas esas palabras, Pavón acusó a Echávarri de «dictador» por sacar de manera unilateral a un concejal de Guanyar de la Junta de Gobierno. Hoy, la formación de Miguel Ángel Pavón sólo tendrá a tres representantes en la reunión del equipo de gobierno que se celebra cada martes, frente a los cuatro que mantiene el PSOE y los dos que ya tenía Compromís.

Con esas polémicas (y otras más) sobre la mesa, a primera hora de ayer, en Alcaldía, los tres líderes del tripartito se reunieron en un encuentro que hacía meses que no se celebraba y justo dos días antes de que PSOE, Guanyar y Compromís se sienten mañana en la comisión de seguimiento del pacto.

En el encuentro que apenas duró veinte minutos y en el que la tensión estuvo en el ambiente, no se habló de los asuntos concretos que han deteriorado más aún las relaciones de los socios, aunque sí se hizo un propósito de enmienda que no es nuevo en este mandato en Alicante. Los socios se comprometieron, una vez más, a debatir de puertas adentro los asuntos más relevantes de la actualidad municipal, a la vez que asumieron que las «discrepancias» seguirán existiendo por las diferencias de criterio político. Y es que la falta de diálogo entre los tres socios del tripartito ha sido patente desde que se conformó el actual equipo de gobierno, unas diferencias que se han acrecentado y que ahora buscan mitigar «forzando más debates internos», según confirmó ayer el portavoz del equipo de gobierno, Natxo Bellido (Compromís).

El tripartito, en el que ayer nadie entonó el «mea culpa», se comprometió además a volverse a ver las caras todos los lunes, unas reuniones que empezaron a celebrarse con el arranque del mandato y cuya periodicidad fue perdiéndose por las tensiones internas.