Pruebas más comunicativas, para incrementar el uso del valenciano, y que sean "el punto de partida del aprendizaje y uso de la lengua y no el punto y final por simplemente conseguir un título", es el objetivo de los cambios anunciados por el conseller, Vicent Marzà, y el director general de Política Lingüística, Trenzano.

Los nuevos certificados se dividen en tres niveles: el nivel A, de inicio en el uso social de la lengua; el nivel B, para comunicar lo que se quiere según el contexto y enfrentarse a problemas de la vida diaria; y el nivel C,con un amplio repertorio lingüístico y una comunicación fluida y espontánea.

Además, cada uno de estos niveles, con su correspondiente homologación europea, tendrá dos etapas de certificación: A1, A2, B1, B2, C1 y C2. El A1 no existía como certificación; el A2 se correspondía al de Conocimiento Oral; el B1 era hasta ahora Grado Elemental; el B2 no existía; el C1 es como Grado Medio; y el C2 se corresponde con el Grado Superior.

"Nos situamos en la expedición de certificados como se hace en cualquier otra lengua europea", ha comentado el director general.

La aplicación será progresivo. En junio de 2017 se convocarán las nuevas pruebas de los certificados A2 y B1 y se mantendrán las de Grado Medio y Superior.

En 2018 se realizarán ya las nuevas pruebas del resto de niveles: A2, B1, B2, C1 y C2 y se eliminarán las nomenclaturas anteriores. El A1 se obtendrá con la asistencia a un proceso formativo previo que se realizará en universidades, centros de formación de adultos y ayuntamientos.