Las desavenencias entre el tripartito en el gobierno municipal han desembocado en una guerra abierta a cuenta del nuevo horario de los conserjes escolares decretado por el alcalde socialista, Gabriel Echávarri, contra el que ayer se posicionó sin ambages la edil de Educación y de Compromís, María José Espuch, con el respaldo explícito de Guanyar a través de la edil de Juventud,Marisol Moreno. Esta última recalca su acuerdo con el Consejo Escolar, que llega a decir que «el Ayuntamiento podría estar vulnerando los derechos de alumnos y docentes», al no garantizar el servicio de los centros que se quedan sin conserjes desde las 15:30 horas.

El propio alcalde decidió ayer bajar a la arena para defender su decreto por la jornada continua de los bedeles ante los consejeros escolares. Les hizo saber que es una competencia del Ayuntamiento, que la defenderá hasta el final, y que la «conselleria no manda más que nosotros», dijo, para concluir que si Marzá quiere, que impugne: «El juez decidirá».

No dio opción a preguntar y se fue, quedando los consejeros que dieron forma a un acuerdo sin votos en contra y 3 abstenciones de UGT, Fsie y Concapa, el sector de la concertada. Los 14 votos restantes se inclinaron por pedir la suspensión cautelar del decreto de alcaldía y restablecer el horario de los conserjes escolares hasta que se acuerde la forma de garantizar el servicio de mantenimiento y cierre de los colegios.