? Durante las horas más frías de ayer en las que Maisonnave aparecía desierta pese a ser la arteria comercial de Alicante, una mujer que dijo llamarse Rocío pedía limosna para sus hijos, según contó, mientras apenas se le veía la cara envuelta en una manta. «Pido para comer, estoy pasando mucho frío, necesito algo caliente», decía a la vez que pedía que le compraran leche para sus hijos. Asegura que tuvieron que ocupar una casa y que estos fríos días duermen tapados con cartones.