Dos castillos. Dos joyas del patrimonio alicantino muy diferentes entre sí y no solo por la época de la que datan, sino por el estado en el que se encuentran. Mientras que Santa Bárbara goza de los cuidados y de los mimos del Ayuntamiento, San Fernando se encuentra en una situación de abandono y de dejadez por parte de la administración local.

El castillo de San Fernando cuenta con un número considerable de desperfectos. Son innumerables las pintadas que decoran los muros y el mobiliario urbano de la zona. Hasta el pavimento luce grafitis que se encuentran a años luz de poder ser calificados como obras de arte urbano. Papeleras, bancos, postes de electricidad, barandillas y juegos infantiles, cualquier superficie es un lienzo en blanco para los autores de tales garabatos.

Las baldosas rotas y levantadas también son una constante, además de un peligro para los visitantes. Peligro que también se encuentra en las barandillas oxidadas del recinto, ya que hay varias que están rotas y cuentan con cantos afilados.

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El minigolf y los juegos infantiles están muy deteriorados, los asientos de los columpios brillan por su ausencia y el pavimento de los escalones de colores se encuentra desgastado y con incontables desconchones que deslucen la zona.

Asimismo, las luminarias del recinto están muy estropeadas, ya que muchas de ellas no tienen la lámpara que recubre las bombillas o directamente no funcionan. Un panorama que dificulta el paseo nocturno.

Por otra parte, los accesos al castillo de San Fernando no son útiles para las personas con movilidad reducida, puesto que para visitar el recinto tienen que salvar varios obstáculos y barreras arquitectónicas, como son las escalinatas o el suelo empedrado que hay en la zona del mirador.

Así, la situación de San Fernando dista mucho de la de Santa Bárbara. Y es que, el Ayuntamiento ha llevado a cabo una intervención en la fortaleza del monte Benacantil con la mejora de los accesos, de los muros y pavimentos, de los aseos públicos y de la jardinería, y con la reparación de los bancos y de las mesas de la pinada y con la instalación de una señalética más didáctica y en castellano, valenciano y, por primera vez, en inglés.

La concejal de Memoria Histórica, María José Espuch, manifestó que, tanto ella como los responsables de Medio Ambiente y Urbanismo, visitarán próximamente el castillo de San Fernando para acordar las intervenciones se llevarán a cabo para hacerle un lavado de cara. «Queremos arreglar los accesos y la iluminación y a partir de ahí empezarlo a ponerlo en valor porque está totalmente abandonado» declaró Espuch, quien también anunció que el Ayuntamiento abrirá nuevos refugios antiaéreos que se encuentran por la zona del monte Tossal.

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