Empezando por lo más reciente, este pasado viernes anunció un gran parque urbano de 24 hectáreas en Alicante. ¿Para qué fecha prevé su apertura?

El proyecto surge de la EUIPO y de Aguas de Alicante. En la ciudad, cada año tiramos agua al mar porque se llenan los depósitos y la EUIPO, por su responsabilidad social corporativa, planta al año árboles en función de los kilos de monóxido que emite a la atmósfera. Ellos pueden plantarlos donde quieran, en Perú, Australia o en Alicante. Decidimos que fuera aquí. Buscamos el lugar idóneo, que es junto al actual Palmeral, cerca de la EUIPO y detrás de Aludium. Ahí hay un suelo rústico protegido, que pertenece a la empresa y al Estado. Ahora toca firmar los convenios de cesión del suelo. Espero que durante 2017 el parque ya sea una realidad.

Siguiendo con la actualidad: la polémica por las calles franquistas. Tras conocerse el auto del juzgado, usted dijo que no le gustaron «las formas» de sus socios al aplicar la Ley de Memoria Histórica. ¿A qué se refería?

Tuve que disculparme ante la gimnasta Estela Giménez cuando se dirigió a mí para decirme que sus padres habían visto la nueva calle que llevaba su nombre y que a ella nadie le había avisado de la colocación de la placa. Le pedí disculpas en nombre del Ayuntamiento, tener una calle en la ciudad es un honor y como tal creo que se tenía que haber convocado un acto conjunto en el salón azul con los homenajeados o sus descendientes, y también se podía haber hecho un acto en cada una de las calles. Considero que faltó esa sensibilidad, por eso no me sentí cómodo.

Otro asunto de actualidad durante esta semana ha sido el procesamiento de la exalcaldesa Castedo por el presunto amaño del PGOU. ¿Por qué ha cambiado su tono con la exalcaldesa?

Considero que no tenía que haber criticado a Sonia Castedo desde que soy alcalde. Me arrepentí de focalizar los ataques en ella porque ya está fuera de la política. ¿En qué beneficia a la ciudad que el alcalde critique a una persona que fue alcaldesa y que ahora está fuera de la política? No se obtiene ningún beneficio, sólo llenar páginas de periódicos con asuntos sobre los que los alicantinos creo que ya han pasado página. Las noticias deben ser sobre lo que estamos haciendo. Por eso, como alcalde, entendí que no tenía que haber hecho esas críticas desde que ocupo este cargo.

¿Entiende que haya militantes socialistas que se sientan molestos por su decisión de rebajar el tono utilizado contra Castedo?

Ningún socialista se ha dirigido a mí en ese sentido. Al revés, me han dicho que les parece bien porque es un frente menos abierto. Ella ya dejó la política. La campaña es campaña, y ahí, con más o menos dureza, todos la utilizamos.

Como abogado, ¿considera que hubo un «apaño» en el diseño del PGOU, como estima el juez instructor en su escrito?

Eso lo tendrán que decidir los tribunales. No conozco la causa en profundidad.

¿Cree que alguno de los implicados acabará en la cárcel?

No lo sé. A los que son inocentes les deseo toda la suerte del mundo para poder demostrar su inocencia en la vista oral y a los culpables, que caiga sobre ellos todo el peso de la ley. Pero no sé cómo va a acabar.

Otro de los asuntos más actuales es la polémica sobre las direcciones generales que usted quiere crear en Fiestas y Comercio. ¿Se ha sentido traicionado por sus socios de gobierno por no apoyarle en su propuesta?

¿Traicionado? Me he sentido frustrado, tanto yo como el PSOE. Pongo ejemplos porque se entenderá mejor... La concejala María José Espuch me dijo: «Estas son las nuevas calles que sustituirán a las franquistas». Yo las vi y le dije que «perfecto». Aquí vino el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, me enseñó la nueva estructura de Urbanismo, donde se pasan de 22 a 28 jefes, 6 más. Yo no le dije tampoco nada. Entiendo que es la mejor estructura para que Urbanismo funcione bien, que no va a hacer un organigrama para que haya un gasto superfluo. Entiendo también que las nuevas calles vienen de un consenso en una comisión que se creó para esos efectos... No tengo que decir que no porque sería una muestra de desconfianza. Son áreas que sus responsables gestionan con la plena confianza del resto de miembros del equipo de gobierno. Si todos tuviéramos que opinar o consensuar sobre las áreas de los demás, no podríamos vivir.

¿Sigue convencido, entonces, de que crear dos altos cargos es ahora una decisión correcta?

Dentro de las áreas que llevo como alcalde, que son Comercio y Fiestas, creo y sigo creyendo que las direcciones generales son una buena fórmula para retener a dos magníficos profesionales que lo están haciendo muy bien. Y me encuentro con que me dicen que no, pese a que yo nunca les digo que no cuando me traen algo. Me siento frustrado porque yo no discuto otras cosas. Considero que la lealtad no es de ida y vuelta, y debería de ser recíproca. Luego ves que el gasto no es tal como dicen, porque las dos plazas de asesores se amortizarían. ¿Que la figura de director general suena muy rimbombante? Es que lo dice la ley. Si la ley dijera que el nombre es comandante en jefe, pues sería así. La Generalitat está llena de directores generales y no pasa nada. Con la vicepresidenta Mónica Oltra hablé sobre la dificultad que tiene la Generalitat para atraer a profesionales de prestigio. ¿Quién va a venir aquí con el desgaste político y de prestigio que supone por un sueldo menor al que perciben en su vida privada? No viene nadie, me dijo. Aquí ocurre lo mismo, tenemos dos magníficos profesionales que lo están haciendo muy bien y que no tienen el reconocimiento social y económico sobre las funciones que desempeñan. Y con todo eso, me dicen que me olvide de la idea. Yo no lo hago con intereses espúreos, sino para mejorar la administración. Yo acepto, sin leer, lo que viene de otros ediles porque confío en ellos. Así que me siento frustrado.

Si sus asesores en Comercio y Fiestas realizan un trabajo similar al de un concejal... ¿Será porque usted no tiene tiempo suficiente para hacerse cargo de esas competencias? ¿Se ha planteado renunciar a ellas y dejarlas en manos de otros concejales?

En ningún caso, porque son las dos áreas que mejor funcionan del Ayuntamiento, junto con Turismo y Movilidad. Yo no quiero ganar dos concejales, como algunos dicen. Nos sentimos frustrados porque todo lo del PSOE hay que negociarlo y lo demás hay que aceptarlo.

Comercio, Fiestas, Movilidad, Turismo... ¿Sólo van bien las áreas gestionadas por el PSOE?

Hay alguna área del PSOE que no he nombrado... Perdón. Hacienda también va muy bien, hemos reducido la deuda de 170 a 98 millones de euros, acabaremos este año con 68 millones de euros de deuda y puede que lleguemos al final del mandato con el plan de ajuste cumplido. Eso es austeridad y gestionar bien. Eso es meritorio y no que vayamos a realizar un incremento de 20.000 euros al año.

¿Se siente más solo que nunca dentro del equipo de gobierno?

No, solo no. A veces nos genera frustración, pero solo, no.

¿Se arrepiente de los compañeros elegidos para este viaje?

No, en ningún caso, porque fue lo que salió de las urnas. Yo no tenía opción de elegir compañeros de viaje, los alicantinos quisieron un cambio de gobierno con la izquierda al frente del Ayuntamiento. Son los compañeros de viaje que eligieron los ciudadanos, aquí no podíamos ni podemos permitir que gobierne el PP. ¿Se imaginan un Ayuntamiento dirigido por Luis Barcala y con Yaneth Giraldo (Ciudadanos) como vicealcaldesa? Yo no, sería terrible. No podemos permitir que la derecha vuelva a gobernar esta ciudad porque el 24 de mayo de 2015 los alicantinos dijeron «basta ya» a veinte años del PP.

¿Pondría, entonces, la mano en el fuego por que el tripartito llegará unido a las elecciones municipales de mayo de 2019?

La política en 24 horas cambia, pero yo firmé un pacto para cuatro años y mi intención es cumplirlo.

Siguiendo con la actualidad, la próxima semana se negociará el futuro comercial de Alicante en una reunión a nivel autonómico convocada por la Conselleria de Economía. ¿Confía en que el modelo comercial no cambie?

Confío en que se nos va a permitir diseñar nuestro modelo comercial porque así me lo dijo el conseller de Economía, con Natxo Bellido de testigo. ¿Por qué? Porque tenemos la suficiente entidad para regularnos. En materia turística no puedes aplicar una norma para toda la Comunidad porque somos heterogéneos. Creo en un modelo asimétrico. Climent ya me dijo que, si el modelo de Alicante tenía un amplio consenso, iba a respetarlo. Y, por otro lado, hemos conocido una sentencia tras la reclamación de los centros comerciales.

¿En qué va a cambiar esa sentencia el modelo de Alicante?

En que habrá trabajadores de primera y de segunda en Alicante. Habrá unos centros donde se garantice la conciliación, porque alcanzamos un acuerdo, y otros que, pasando por encima de acuerdos y de nuevas sensibilidades políticas, consiguen lícitamente abrir cuando quieren, sin conciliar ni crear empleo. Los alicantinos tendrán que decidir dónde consumen: donde se respetan los derechos de conciliación de los trabajadores o donde no lo hacen.

Los presupuestos, por su parte, irán camino de Madrid sin un acuerdo oficial para su aprobación. ¿Quedarán en manos de los dos concejales tránsfugas?

Nos sentaremos en la fase de enmiendas con el PP y Ciudadanos, para ver si alcanzamos un acuerdo. Y luego tenemos dos ediles no adscritos que algo tienen que hacer: votar sí, no, abstenerse o no presentarse al pleno. En tres de esas opciones favorecen la aprobación de los presupuestos, en una, no. ¿Está escrito en algún sitio que por ser no adscritos tengan que votar que no? Es la pregunta que lanzo. El orden natural de las cosas es que la edil de izquierdas [Nerea Belmonte] no bloquee unos presupuestos de izquierdas. Ya se dice que vamos a sacar los presupuestos con los tránsfugas, pero ellos aún tienen que tomar una posición. Yo estoy convencido de que Nerea sigue siendo de ideología de izquierdas. ¿Qué votará? No lo sé.

¿No van a negociar con ellos?

Ellos tienen derecho a presentar enmiendas. Si son para mejorar la ciudad, se estudiarán, pero no nos sentaremos a negociar con ellos.

¿Y Guanyar aceptaría unos presupuestos aprobados con el beneplácito de Nerea Belmonte, expulsada de esa formación?

A mí no me han manifestado que no vayan a aceptar unos presupuestos con el voto positivo de Nerea. Al revés, estamos muy interesados en aprobarlos porque son los presupuestos más importantes de los últimos veinte años. No aprobarlos sería un golpe duro para los alicantinos, por eso pido responsabilidad al PP y a C's.

Siguiendo con Guanyar, usted admitió que valora pagar más por la contrata de limpieza para que la ciudad esté «más limpia». Lo dijo, una vez más, sin comentarlo antes con sus dos socios de gobierno. El concejal de Limpieza, Víctor Domínguez, aseguró que la hoja de ruta no pasa ahora por ahí. ¿Se sintió desautorizado?

Luego se lo expliqué a Víctor. En mi hoja de ruta está que la ciudad esté limpia. El contrato tiene tres años: los primeros los gestionó el PP, que estoy convencido de que hizo todo lo posible para que la ciudad estuviera limpia porque además venían elecciones. La segunda parte la estamos gestionando nosotros, pero tampoco hemos cambiado la percepción de la gente sobre la limpieza. Si dos gobiernos opuestos, con el mismo contrato, somos incapaces de cambiar esa imagen, el problema no está en la forma de ejecutar el contrato, sino en el propio contrato. A los veinte meses que llevamos de gobierno, no podemos decir ahora que no hemos aplicado bien el contrato porque, si fuera el edil responsable, tendría que dimitir. Aquí ya se ha acabado la herencia, ahora ya es cuestión de los herederos. Víctor ha hecho todo lo posible desde el primer día, lo está haciendo bien, pero nos hemos encontrado con un contrato insuficiente. En verano lo pasamos mal, hay barrios que lo pasan mal... Y por eso hablé de modificar el contrato. Dije que si estábamos de acuerdo, estoy dispuesto a pagar más para la contratación directa. Si realmente todos queremos una ciudad limpia, hay que sacar la limpieza del debate político.

Ya, pero eso no lo hicieron cuando estaban en la oposición...

Reconozco que nosotros sí lo usamos dentro del debate político, yo fui el primero en hacerlo. Pero si queremos que la ciudad esté limpia, hay que sacar el asunto del debate, y hacerlo sin complejos.

En campaña, en cambio, dijo que «si la ciudad seguía sucia, Ortiz perdería la contrata». ¿Que ha cambiado en estos dos años, se ve todo diferente desde dentro?

Sólo se puede rescindir el contrato si se detecta un incumplimiento flagrante, pero no lo ha habido. Ha habido incumplimientos que se han sancionado, pero con cantidades que contempla el contrato y que son ridículas.

Entre las áreas del PSOE que mencionaba antes que estaban bien gestionadas no se encontraba Infraestructuras y Mantenimiento, en manos de Gloria Vara. ¿Serán capaces durante este mandato de adjudicar el contrato de limpieza de dependencias municipales y colegios, por el que ya han pagado unos 15 millones de euros fuera de contrato al empresario Enrique Ortiz?

Es una de las espinas. El otro día me reuní con todos los técnicos y les dije que el 24 de enero quiero el contrato en la Junta de Gobierno. En agosto de 2015 ya teníamos informes que decían que no podíamos remunicipalizar. Estuvimos un año buscando fórmulas y todas eran negativas, pero yo no quería que Guanyar y CC OO me dijeran que mi voluntad era no municipalizar. Ya hemos municipalizado servicios, incluso en áreas del PSOE, pero este contrato no se podía. Puedo garantizar a todos los trabajadores de este servicio que van a seguir en sus puestos de trabajo y en sus actuales condiciones.

Siguiendo con Ortiz... ¿le preocupa que el estadio José Rico Pérez, tras la subasta pública, quede en manos extrañas?

Sí, porque podría haber obstáculos para que el Hércules jugara en el estadio. No concibo un Alicante sin el Hércules ni un Hércules que no juegue en el Rico Pérez.

Y sobre Ikea, ¿hay negociaciones abiertas con la empresa?

Bueno... Desechado el último plan, estamos esperando que Ikea nos presente un nuevo proyecto, que inmediatamente sería remitido a la conselleria porque ellos son los que tienen la última palabra.

Miguel Ángel Pavón, como concejal de Urbanismo, ¿es conocedor de ese proyecto?

No, ni yo tampoco todavía.

¿Confía en que se apruebe el nuevo PGOU en este mandato?

Si no se hace, sería un gran fracaso. Confío plenamente en Miguel Ángel Pavón para sacar adelante el nuevo PGOU de Alicante.

A finales de este mes habrá una manifestación contra la descarga de graneles en el puerto. ¿Entiende el malestar ciudadano en la zona sur de la ciudad?

Lo entiendo, pero todas las mediciones están dentro de los parámetros que marca la ley. El Puerto cumple todos los requisitos, por lo que no contamina. Los vecinos no quieren reconocer la demostración de una realidad porque tendrían que disolver la asociación, perderían su «late motiv». Me parece que el Puerto de Alicante es una infraestructura vital para la ciudad y me consta que muchas empresa no han querido venir por la inseguridad jurídica que existe.

Ahondando en uno de sus socios, ¿ha digerido ya la derrota política por el Arca de Noé?

[Sonríe] Aquí Compromís se equivocó, lo que hay detrás no es el bienestar de los animales, en agosto veremos el segundo capítulo. Todavía no me he encontrado a nadie que hable mal, y con pruebas, de Raúl Mérida. Los perros y gatos van a estar peor en las nuevas instalaciones que en las actuales de Bacarot porque son más antiguas. Ahí nos equivocamos.

¿Dónde han quedado las promesas de transparencia? El PP les ha amenazado con llevarles a los tribunales si no les dan la documentación exigida.

Es cierto que no se les ha dado alguna documentación en plazo, tenemos que mejorar, es cierto.

¿Y por qué no se facilita esa documentación tras sus críticas de opacidad en la época de Castedo?

Tienen razón, es un deber básico de la oposición. Ha habido un déficit de atención a sus derechos.

En el pacto de gobierno, entre otros puntos incumplidos, está la «publicación de la ejecución presupuestaria en tiempo real en la web municipal». ¿Fue realista ese compromiso a tres bandas?

Bueno... Todavía Guanyar nos tiene que explicar cómo se hace eso de una auditoría ciudadana. En general, yo creo que se está cumpliendo, aunque considero el pacto de gobierno como algo abierto, con nuevas realidades.

¿Le da envidia la buena sintonía que desprende el Pacto del Botánico, integrado por PSPV, Compromís y Podemos?

Es distinto un Consell que un ayuntamiento. Aquí hay mucho ruido, pero las cosas salen adelante. Hemos reducido la deuda a mínimos históricos, tenemos la mayor ocupación turística, la mayor creación de empresas en el sector comercial, está bajando el paro... Trabajamos a pesar del ruido. Se nos tiene que juzgar por lo que se haya hecho y no por el ruido.

En ese ruido han tenido mucho que ver declaraciones suyas altisonantes... ¿A qué responde este nuevo intento de talante?

[Piensa] No puedo permitir como alcalde que por nuestras discrepancias, nuestras cuestiones domésticas, el ayuntamiento caiga de nuevo en manos de la derecha.

¿Asume su parte del error en ese ruido generado en Alicante durante este mandato actual?

Sí.

¿De qué se arrepiente?

Yo soy un tipo normal, al que le costó ver que cualquiera de mis palabras podía ser noticia. Creo que tenemos que lavar en este despacho [Alcaldía] nuestras discrepancias. Nos falta tener claro que si no dejamos nuestras filias y fobias dentro del gobierno, el último domingo del mes de mayo de 2019 volverá a gobernar el PP sin hacer nada, sólo porque la gente no quiere líos. Sería muy injusto porque se están haciendo muchas cosas que no se ven por los líos. Tenemos que conseguir que la gente se quite la percepción de que aquí siempre hay lío, que no es así, o el PP ganará por nuestra incomparecencia. La gente me dice que Luis Barcala no va a muchos actos, pero es que no lo necesita, está mirando desde la barrera cómo este ruido le puede llevar, si finalmente es el candidato del PP, a ser alcalde. Tenemos que tener muy claro que no sirve de nada que salgan a desautorizar al alcalde en público o que yo, aunque hace tiempo que creo que ya no lo hago, desautorice a otro concejal del gobierno. No lleva a nada más que a beneficiar a la derecha.

¿El principal rival del tripartito son ustedes mismos?

Sí, así es.