La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, explicó ayer que es Ikea la que tiene que manifestar su interés al Ayuntamiento por instalarse en Alicante, presentar un proyecto y proponer una ubicación para hacerlo. Acto seguido, la consellera manifestó que «no me consta» que la multinacional sueca se haya puesto en contacto con el alcalde, Gabriel Echávarri, para tal fin y que en el Consell se encuentran «a la espera».

Salvador matizó que a su departamento le correspondería tramitar el proyecto de la multinacional del mueble como plan parcial tras el archivo por parte del Consell de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que preveía la llegada de Ikea junto a un centro comercial en terrenos de Rabasa, operación tras la cual se encontraba el empresario Enrique Ortiz. En este sentido, el Consell no pondría trabas a la implantación de la tienda. De hecho, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se reunió con Echávarri hace un par de meses para tratar de desbloquear la situación y ofrecer una alternativa elaborada por ambas administraciones a Ikea en cuanto a un posible emplazamiento.

Poco después Echávarri aseguraba que «Ikea es fundamental y pondremos facilidades, siempre que no haya nada oscuro», al tiempo que explicó que «Ikea ha descartado que el Consell compre el suelo» y que las negociaciones se centraban en la instalación de una tienda de Ikea de 40.000 metros cuadrados edificables y un espacio de 50.000 metros cuadrados para medianas superficies.

Tras años de negociaciones para la llegada de la multinacional, Salvador entreabrió otra puerta, administrativamente hablando, para agilizar los trámites a través de una próxima modificación de la ley urbanística a la que se podría acoger Ikea, aunque este cambio aún está por realizar. Hoy por hoy Salvador admitió que el Consell no tiene constancia de que Ikea se haya puesto en contacto con el Ayuntamiento de Alicante para presentar un nuevo proyecto con el que establecerse por fin en la ciudad. Paso este «sine qua non» para que algún día la multinacional Ikea pueda abrir sus puertas en Alicante.