«Dejados de la mano de Dios». Así dicen sentirse los vecinos del barrio de Altozano. Algunas de sus calles, como Martin Luther King, Olof Palme o Llinares, están sucias y el entorno de sus contenedores llenos de desperdicios. Especialmente un solar situado entre Llinares y Luther King, que se utiliza las veces de aparcamiento pero que está repleto de enseres viejos y suciedad acumulada.

Luis Romero, secretario de la Asociación de Vecinos Campoamor-Plaza América, que engloba esta zona, ya no sabe a quién quejarse del «lamentable estado» de su barrio. «Estamos al lado del Hospital General por lo que es un sitio con mucho paso y es vergonzoso que esté así», argumentó.

La suciedad no se limita sólo al solar abandonado ni al entorno de los contenedores, sino que se extiende por los alcorques de los árboles con heces de perros y por las aceras.

Los residentes todavía entienden menos la situación al exponer que «tanto el concejal de Limpieza, Víctor Domínguez (Guanyar), como el de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), viven aquí y no hacen nada para remediar la situación». Romero tiene previsto reunirse la semana que viene con el portavoz del equipo de gobierno, Natxo Bellido, para exponer sus demandas. Y éstas no se reducen sólo a la limpieza. Una de las principales peticiones de los vecinos es la construcción de un centro social para los mayores. «Este es el único barrio que no tiene unas instalaciones para sus mayores. Aquí se ven obligados a reunirse en el ambulatorio para no pasar frío», asegura Romero. Además, adelantó que si no mejora la situación, el vecindario no descarta movilizarse.

El secretario de la asociación se queja también de que las fuentes de la Plaza de América llevan ya meses sin funcionar y están también llenas de porquería. «La solución que nos dieron los políticos fue que la tapáramos y pusiéramos encima unos árboles, pero nosotros queremos nuestra plaza con la fuente como ha estado siempre», lamentó.

A estas deficiencias se une el hecho de que «hay calles que de repente se quedan sin luz. Por ejemplo, en Monseñor Romero tras el temporal estuvieron una semana sin suministro», indicó.

«Es indignante que se gasten el dinero en historias como la de cambiar las placas de las calles, que yo no digo que no haya que hacerlo, pero mientras antes haya necesidades de los vecinos más urgentes éstas deberían ser la prioridad», razonó.

Tampoco entienden por qué el Ayuntamiento no obliga a los propietarios del solar de la calle Llinares a que lo limpien o por qué no se cierra directamente y se les pasa la factura a los dueños. «Ya hay dos denuncias y nadie hace nada pese a que se ha convertido en un foco de suciedad e insalubridad».