La Conselleria de Vertebración del Territorio ha ampliado hasta el 31 de enero el plazo para consultar el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral de la Comunidad Valenciana (Pativel). En la franja litoral de la provincia de Alicante -mil metros desde la orilla del mar- se quieren proteger 2.340 hectáreas, y blindar del ladrillo el Cabo de las Huertas de Alicante y el faro de Santa Pola.
En concreto, cuando el plan entre en vigor a finales de este año, los suelos que estén declarados urbanizables se desclasificarán para garantizar su protección. Sólo se mantendrán los ya urbanos por el alto coste que supondrían las indemnizaciones. En lo que se refiere a la protección del entorno del Cabo de las Huertas de Alicante, el objetivo de la Generalitat es blindar 360.000 metros cuadrados urbanizables (36 hectáreas), que pasarán a ser calificadas como suelo protegido. El Cabo de las Huertas ha sido uno de las zonas del municipio donde se concentró gran parte del desarrollo urbanístico y ahora desde el Consell se pretende proteger lo que queda.
En cuanto al faro de Santa Pola, el Ayuntamiento estudia el alcance del nuevo plan del Consell, donde, según indicó el concejal de Urbanismo, Alejandro Escalada, «no hay muchas viviendas, y la mayoría están en situación irregular». De esta forma, la villa considera que el efecto del plan para proteger el litoral no supondrá un problema.
Por otro lado, el director general de Urbanismo, Lluís Ferrando, se reunió ayer, en este sentido, en Alicante con alcaldes y ediles de la provincia para explicarles las líneas maestras del Pativel en un acto organizado por Compromís. En la jornada de trabajo, Ferrando avanzó que en el Pativel se ha incluido el trazado de un corredor verde para peatones y ciclistas que conecte toda la costa de la Comunidad Valenciana, entre Vinaroz y Pilar de la Horadada. «Se trata de aprovechar los paseos y senderos ya construidos, y hacer unos nuevos pero lo primero que tenemos que acordar es diseñar una señalética homogénea para toda la Comunidad como sucede, por ejemplo, en el Camino de Santiago. Será una forma de preservar el medio ambiente e impulsar el turismo».
El Pativel propone un conjunto de usos y actividades que, de manera restringida y controlada, permitan compatibilizar la preservación de los valores ambientales, territoriales y paisajísticos del litoral con la generación de valor añadido y un uso público sostenible de estos espacios. El plan identifica y aplica un régimen de conservación activa a casi 6.500 hectáreas dentro de la franja de 1.000 metros del litoral, medidos desde la ribera del mar, al regular los usos y actividades que se pueden implantar, y que tienen como objetivo contribuir a cualificar el litoral no edificado, al espacio ya construido y la oferta turística y recreativa del territorio. Esta superficie propuesta por el plan, protegida desde el punto de vista territorial, se distribuye de manera similar en Alicante (37%) y Castellón (37%), siendo menor en la provincia de Valencia (26%).
La intención no es limitar los desarrollos con carácter general, sino que todavía quedan en esta franja de mil metros unas 6.700 hectáreas de suelos urbanizables que permitirán satisfacer las demandas de vivienda y actividades económicas. Entre los tipos de suelo que quedará protegidos destacan aquellos mayores valores ambientales, paisajísticos y territoriales, los denominados suelos no urbanizables de protección (del litoral. El plan define, por otro lado, un régimen de usos y actividades que van desde la posibilidad de su adscripción al planeamiento urbanístico, para integrar la red primaria de zonas verdes de los municipios, hasta la implantación de dotaciones que necesiten la proximidad al mar como campos de golf sin viviendas, hoteles con encanto y restaurantes.
