«Encerrados» en la biblioteca hincando los codos. Así han comenzado el periodo lectivo de 2017 los 27.000 estudiantes de la Universidad de Alicante (UA) que se encuentran desde ayer en pleno periodo de exámenes del primer cuatrimestre. Durante las próximas dos semanas esta será su rutina antes de disfrutar de otros días de vacaciones y regresar a las clases el próximo día 30.

La biblioteca general era ayer un hervidero. «Si vienes pronto no hay problema para coger sitio pero es verdad que se llena», comenta Belén Gallard, estudiante de un máster de Magisterio. Sus compañeras, llegadas desde Pamplona para realizar este curso, explican que estudian mejor allí porque «así nos apoyamos con las dudas que podamos tener y el ambiente acompaña para no despistarte».

Ayer funcionaban todas las bibliotecas del campus -la general, la 24 horas y las de las distintas facultades- pero algunos alumnos se quejaban de que durante las vacaciones de diciembre sólo estaba abierta la primera planta de la general y la que se mantiene abierta las 24 horas con lo que algunos días se formaron colas para poder entrar y algunos estudiantes acabaron en los sofás estudiando. No obstante, desde el Consejo de Alumnos aseguraron no haber recibido ninguna queja en este sentido aunque admitieron que quizá algún festivo pudo haber problemas puntuales. «La afluencia de estudiantes en diciembre no tiene nada que ver con la de ahora en plenos exámenes que es mucho mayor», indicó su presidente, Edgar Martorell.

La sala de estudios general está disponible de 8.30 a 2.30 horas horas de lunes a viernes, en lugar de hasta las 21 horas, mientras que el fin de semana y festivos existe la posibilidad de que se habilite una planta siempre y cuando la que está abierta las 24 horas se llene. «Mucha gente no puede estudiar bien en casa y eso lo deberían tener en cuenta también los festivos porque estas Navidades nos las hemos pasado en gran parte estudiando», explicaba Raquel García.

La sensación general de nerviosismo entre quienes se enfrentan a sus primeros exámenes en la Universidad contrastaba con la experiencia de los veteranos. «Espero que el siguiente cuatrimestre me vaya mejor, me han dicho que sólo hay una asignatura muy dura pero que las demás son más llevaderas», confiaba Nerea da Silva, estudiante de Enfermería. Mientras Karen Tarancón, Miguel Fernández, Yago Sierras, Daniel Hinojo y José María Beltrán planeaban tranquilamente tras unas horas de estudio su viaje a China, donde cursarán el próximo cuatrimestre.

Los estudiantes están ahora centrados en sus libros y apuntes pero Martorell aseguró que «nuestra principal batalla para este 2017 seguirá siendo la de las becas y los precios públicos».