La Conselleria de Economía y los ayuntamientos llevan todo el actual mandato intentado modificar la apertura en domingos y festivos, tanto en la ciudad de Alicante como en la de Valencia. Pero la conselleria, que no desiste, estrena este año 2017 con el objetivo de limitar el actual régimen de libertad total en los dos principales municipios de la Comunidad. Para ello maneja tres planes que está desplegando en paralelo. El primero es el ya reseñado: cambiar la ley estatal que obliga a fijar zonas de libertad comercial. Es complejo: requiere el acuerdo de muchos partidos y del propio Gobierno. No tiene plazos.

La segunda vía es judicial: la conselleria de Climent ha abierto un procedimiento para declarar la «anulabilidad» de las zonas que designó el PP desde 2013 en Alicante y Valencia. La senda de los tribunales no ofrece garantías de éxito, ni muchos menos celeridad.

La tercera vía, la más pragmática, es la política. En el marco del Observatorio del Comercio, la conselleria va a sentar a todos los actores (grandes superficies, pequeño comercio, sindicatos, centros comerciales, consumidores) para alcanzar un acuerdo. El gran comercio parte de una posición de fuerza. Hoy tiene el escenario a favor. Y la conselleria no cuenta con grandes argumentos para forzar una rebaja de sus pretensiones.

Habrá que ver en qué punto se encuentran las dos posiciones antagónicas. El debate es complejo. No se trata solo de cuántos días sino de qué áreas. Climent aspira a crear un solo marco normativo para toda la Comunidad, para evitar así diferencias entre los principales municipios, otro de los aspectos que generan agravios entre operadores. Plantea incluso diseñar varios formatos, con los festivos condensados en diferentes épocas del año, para que cada municipio se acoja al más favorable atendiendo a sus particularidades de tejido comercial y afluencia turística. Los encuentros arrancan durante los próximos días.

Por su parte, el alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, se opone al plan de la Generalitat de implantar un modelo único de libertad horaria en toda la Comunidad. «Me niego al criterio único en la Comunidad, es imposible en un lugar tan heterogéneo», señaló recientemente el regidor alicantino. De hecho, el Ayuntamiento de Alicante tiene sobre la mesa el proyecto para peatonalizar en 2017 Maisonnave, junto a algunas calles del centro, tras el éxito de la prueba piloto realizada a finales del pasado año.