Algo más de un millón y medio de roscones de Reyes se consumirán en la recta final de la Navidad en la provincia, un ligero repunte frente a los últimos años y a pesar de la fuerte competencia que los hornos y panaderías tradicionales tienen con la venta del dulce navideño en supermercados, grandes superficies y otros establecimientos. Lo afirma Francisco Pérez, vicepresidente del Gremio de Panadería de la Comarca de l'Alacantí, que ayer celebró su tradicional concurso de roscones, resultando ganador el presentado por la panadería Juan José Ferri Santamaría, de Villafranqueza.

Este concurso es una tradición que se remonta a hace 17 años. El jurado preseleccionó seis entre los 26 presentados y tras probarlos resultó ganador el del horno de Villafranqueza, siendo el segundo puesto para Panadería Moreno del barrio de San Gabriel; el tercero para Panadería Mayte, de Virgen del Socorro 47; el cuarto para Saval, de avenida de Alcoy; el quinto para Violet, en Alberola 59; y el sexto para El Melsa, de la calle Juan Ortega.

Todos ellos se vuelcan estos días en la elaboración del roscón de una forma artesana. «No es que los demás sean malos pero no tienen la misma categoría que los hechos en un horno tradicional», dijo Pérez, que recordó que la masa tradicional tiene una fecha de caducidad muy corta «y hay establecimientos que los tienen un mes a la venta». Además, incidió en que el roscón basado en receta ancestral no lleva crema ni chocolate, «es la misma masa de las toñas pero con sorpresas de calidad, por eso no es barato». El roscón que se hace en la provincia se exporta y también hay especialidades sin gluten.