La Comunidad Valenciana registró en 2016 un total de 116 muertes en accidentes de tráfico, 19 más que el año anterior. También aumentaron en 22 los accidentes mortales al alcanzar los 109. Este es el balance provisional ofrecido por la Dirección General de Tráfico (DGT) de víctimas mortales en las primeras 24 horas tras un siniestro en vías interurbanas entre el 1 de enero de 2016 y el pasado 28 de diciembre. Tanto en accidentes mortales como en fallecidos en carretera la Comunidad lidera los mayores incrementos absolutos de toda España.

El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, mostró ayer su «preocupación» por el aumento de la siniestralidad en las carreteras valencianas, «especialmente en Castellón, donde se ha doblado el número de accidentes mortales», que han pasado de 15 en 2015 a 30 en 2016. Esto se ha traducido en un 55% de muertos en carretera más, al pasar de 20 a 31 fallecidos.

En Alicante también han aumentado los siniestros un 13% (de 31 a 35) y un 21% las muertes (suben de 33 a 40). Sin embargo, en Valencia la estadística mortal apenas varía con un fallecido más (de 44 a 45) mientras los accidentes suben un 7% (de 41 a 44).

Así pues, la subida de la siniestralidad en la Comunidad Valenciana responde principalmente al aumento de accidentes mortales en Alicante y Castellón, especialmente en esta última provincia, donde el número de heridos graves casi se ha cuadruplicado al pasar de 7 a 26. En el total autonómico los heridos graves también se doblan al pasar de 22 a 51. En Valencia aumentan de 7 a 11 y en Alicante de 8 a 14.

Arnaldo incide en el comportamiento dispar de Cataluña y la Comunidad, «pese a ser dos autonomías vecinas y en el mismo corredor mediterráneo». Las carreteras catalanas son en cifras absolutas donde más han caído los accidentes (-33) y también las defunciones (-23), todo lo contrario que las valencianas. «Pediremos los microdatos del balance de siniestralidad a la DGT para encontrar el porqué a esta diferente evolución», añade.

Más tráfico rodado

Para el portavoz de AEA, aunque ha habido un 4% más de vehículos en movimiento, principalmente por la mayor llegada de turistas - el 4,7 % de los más de 12 millones de visitantes que recibió España en 2016 vinieron por carretera, «no se puede asociar el aumento de la siniestralidad al incremento del tráfico».

Arnaldo vincula el aumento de la siniestralidad «a la falta de inversión en el mantenimiento no sólo de la red convencional de carreteras sino también en la de autovías y autopistas». La AEA estima que sólo en conservación la red viaria interubana española precisa de una inversión de 1.800 millones de euros anuales, «pero sólo se destinan 900 millones a conservación», critica. «A esto se suma -continua- el envejecimiento del parque móvil, los vehículos cada vez son más viejos y tienen menos mantenimiento».