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La viuda de Sala comunicó a un letrado próximo a la familia su temor por la seguridad en la empresa

María del Carmen Martínez visitó en su domicilio a Antonio Moreno, quien llevó asuntos urbanísticos del expresidente de la CAM, para trasmitirle sus sospechas. El abogado, que le habría recomendado poner vigilancia, fue interrogado en Comisaría por esa conversación

La viuda de Sala comunicó a un letrado próximo a la familia su temor por la seguridad en la empresa INFORMACIÓN

María del Carmen Martínez, la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala asesinada el pasado 9 de noviembre de dos disparos en la cabeza en el negocio de automoción que regenta uno de sus yernos a las afueras de Alicante, tenía sospechas de que en materia de seguridad algo no iba bien en la sede de la empresa familiar. Así se lo hizo saber poco antes de su muerte al conocido abogado Antonio Moreno Cánoves. El letrado, próximo a la familia, defendió en su momento los intereses de los Sala Martínez frente a la Administración en el contencioso por el trazado del cauce del barranco del Juncaret, que afectaba a la parcela donde se encuentra la casa familiar y los chalés que el empresario de Novelda y su mujer edificaron para cada uno de sus cuatro hijos, hoy prácticamente sin relaciones entre el primogénito y sus tres hermanas.

Según ha podido saber este diario, María del Carmen se acercó a la casa de este abogado, situada junto a la suya, para hacerle partícipe de sus sospechas y pedirle consejo. Al parecer, la mujer había detectado documentos que no se encontraban en la que era su ubicación o que habían desaparecido. En cualquiera de los dos casos, el letrado habría recomendado a la viuda de Sala que incrementara la vigilancia que ya tenía para mayor seguridad, máxime cuando en la vivienda principal, situada junto a la sede de los negocios familiares, únicamente vivían ella y su hermana Toñi desde la muerte del expresidente de la CAM en agosto de 2011.

La Policía que investiga el crimen de esta mujer habría tenido conocimiento de la consulta y de la respuesta de Moreno Cánoves tras el análisis de las llamadas que la víctima efectuó y recibió en las semanas previas a su muerte, entre las que se encontraría en la que el abogado le sugería el aumento de los sistemas de seguridad, un consejo que le transmitió o le reiteró por este medio tras el encuentro en su domicilio.

Para explicar estos extremos el abogado fue llamado a declarar a la Comisaría en los días posteriores al crimen, un interrrogatorio que según algunas fuentes se prolongó durante varias horas y con el que se pretendía averiguar cuáles eran los temores reales de María del Carmen, si la mujer sospechaba de alguien en concreto y si tenía constancia, entre otros extremos, de si llegó a incrementar las medidas de seguridad.

Este diario intentó ayer contactar con Moreno Cánoves en su bufete, donde la persona que atendió el teléfono aseguró que encontraba reunido, sin que fuera posible hablar con él.

El interrogatorio de este letrado se suma a los que están llevando a cabo los investigadores de la Brigada de Homicidios de la Comisaría provincial desde que se produjo el asesinato. Por dependencias policiales han pasado los cuatro hijos de la víctima, yernos, empleados y personas de su entorno sin que, de momento, se haya descartado ninguna hipótesis, salvo la del robo. Los agestes siguen trabajando a destajo para esclarecer este crimen en medio del más absoluto hermetismo para evitar filtraciones que pudieran entorpecer la investigación.

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