El pleno del Consejo Social de la Universidad de Alicante ha aprobado definitivamente unos presupuestos de 254,6 millones de euros para la UA en 2017 que su presidente, Francisco Gómez, califica de «ingeniería económica», y sobre los que el rector, Manuel Palomar, indice en la necesidad de un incremento los próximos años para «evitar el estancamiento del crecimiento de la institución académica».

Los consejeros, reunidos en el edificio de la calle San Fernando de la sede Ciudad de Alicante, han ratificado la propuesta que aprobó el Consejo de Gobierno de la UA la semana pasada tras escuchar la explicación de la vicerrectora Mónica Martí, quien los considera «sumamente atípicos» porque aparentan un incremento de la financiación, de hasta 68 millones de euros desde los 186,2 millones aprobados en el anterior ejercicio, pero que «realmente nacen condenados». Y es que el dinero de más va destinado a amortizar el pago de los bonos emitidos a través del Banco Europeo de Inversiones en 1997, para completar la edificación y modernización del actual campus y la sede de la Ciudad de Alicante. Se trata de unos bonos que la Generalitat se comprometió a asumir tanto en el pago como los intereses de la amortización, y cuyo vencimiento será en 2017.

Gómez critica el «espejismo» del incremento de los ingresos porque a su vez el 98% de la subvención de la Generalitat , la principal fuente de financiación, se destina íntegramente a los gastos de personal y de funcionamiento básico del campus. El rector asegura que «resultan insuficientes para cubrir los gastos de la actividad ordinaria» y las posibilidades de crecimiento «son inexistentes». Gómez ha pedido al Consejo Social que se estudie «la viabilidad de cualquier nuevo gasto».