La Conselleria de Educación endurece los requisitos necesarios para poder concertar aulas de Bachillerato a partir del curso que viene, aumentando de 20 a 25 el número mínimo de los alumnos necesarios por aula para que los titulares de los centros puedan tener alguna opción al concierto.

La totalidad de las aulas concertadas actualmente en Bachillerato y FP en toda la Comunidad van a partir de cero desde el próximo mes de enero y competirán por lograr la subvención de Educación a partir del criterio de un número mínimo de matrículas. Para primero de Bachillerato será de 25 alumnos y para los ciclos de Formación Profesional de 15, y no de 10 como pide en sus alegaciones el sindicato mayoritario del sector de la enseñanza concertada, Fsie.

Supresiones

Tampoco se aceptarán conciertos de FP que en el plazo ordinario de la matrícula no lleguen a las 6 solicitudes. En estos casos Educación contempla la «supresión de oficio» del citado concierto sin esperar más.

La conselleria se fija de plazo el próximo 31 de diciembre para disponer del nuevo mapa de conciertos educativos en todos los niveles de la enseñanza, para lo que las respectivas direcciones territoriales están ya elaborando, de manos de la inspección educativa, un informe del que se tiene que desprender la cantidad de aulas susceptibles de ser concertadas para el curso que viene, en función de las plazas de enseñanza pública existentes por zonas y municipios, y de la ratio media de alumnos que resulte tras este trabajo de campo.

Datos de Alcoy

La primera localidad alicantina en la que se han medido las ratios ha sido Alcoy, y según los datos facilitados por la propia conselleria a los representantes sindicales, en tres de las cuatro zonas en que se distribuye el municipio para la escolarización, la ratio de la pública en Infantil está por debajo del decreto vigente que establece 25 niños. En l'Example se contabilizan 16,83 alumnos por aula; en el centro y zona alta 15,3 niños ; y en Santa Rosa y Batoi,17 alumnos.

El delegado de Fsie, José Gabriel Alfonso, replica la «distinta vara de medir» que temen que Educación emplee a la hora de conceder o no los conciertos a partir de ahora. «Mucho nos tememos que se mantengan abiertas aulas de centros públicos con muy pocos alumnos, mientras se deniegan conciertos con casos similares en centros concertados».

Este mismo sindicato alega a la nueva orden de conciertos que no contempla la «demanda» de solicitudes por centros concertados, criterio que en absoluto contempla Educación. También reclama la pública y la concertada como «una única red de centros sostenidos con fondos públicos», lejos de la filosofía de la conselleria, que expone como primer criterio para la concesión de conciertos la existencia de una «consignación presupuestaria suficiente».

El propio Marzà se reafirmó en esta línea ayer y afirmó que «nos hemos reunido mucho y lo seguimos haciendo para explicar los criterios, pero no podemos huir de nuestro programa electoral y de los motivos por los que nos votaron».