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Un silenciador o el ruido del polígono amortiguó los tiros

Ni empleados del concesionario ni trabajadores de otras empresas de la zona escucharon las dos detonaciones mortales

Una de las incógnitas es por qué nadie oyó nada. Ni empleados del concesionario ni trabajadores de otras empresas de la zona escucharon las dos detonaciones mortales que acabaron con la vida de María del Carmen. Dos hipótesis explicarían esto. Por una parte de confirmarse que fue obra de un sicario, es muy posible que al tratarse de un profesional empleara un silenciador para asegurarse de que no le descubrieran y poder huir de la zona con seguridad. Además, por el lugar de los hechos, un lavadero dentro del edificio, las detonaciones podrían retumbar y amplificarse.

Pero lo cierto es que al tratarse de un polígono industrial muy transitado por vehículos, sobre todo pesados, hay mucho ruido y podría amortiguar los disparos. Así lo comentaban varios trabajadores de la zona y ayer, a pesar de ser sábado, cuando pasaba algún camión de grandes dimensiones, el ruido era ensordecedor.

Empleados de la zona también recordaron que se trata de una zona donde son frecuentes los robos y los problemas de seguridad y altercados, y que es muy cercana a un área conflictiva como es el entorno de cementerio, aunque nada parecido a un asesinato a sangre fría como el registrado el viernes.

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