La muerte hace unas semanas de una chica de 12 años en Madrid por un coma etílico ha encendido todas las alarmas. Y es que el consumo abusivo de alcohol entre los menores de edad está adquiriendo una dimensión cada vez más preocupante. Así se pone de manifiesto en los servicios de urgencias de los hospitales públicos de la provincia, donde en el último año han atendido a cerca de 340 menores de 18 años por problemas graves derivados de la ingesta de alcohol. Entre ellos, la perdida de conciencia o el coma etílico, provocado por una intoxicación acohólica aguda y que en casos extremos puede provocar la muerte, como ocurrió con la joven madrileña.

Según datos aportados por la Conselleria de Sanidad, la media de edad de los menores atendidos en urgencias es de 13 años. El 24% de los chicos atendidos tienen 14 años y se han atendidos urgencias por alcohol en menores de 13, 12 y tan solo 8 años de edad. Más de la mitad de estos menores atendidos eran chicos (58%), frente al 42% de chicas. Desde Sanidad destacan que la proporción de mujeres que beben es mucho mayor cuando se trata de menores de edad. Ya que en el tramo entre 18 y 65, años las atenciones en urgencias de mujeres suponen el 34% del total.

La inmensa mayoría de asistencias, el 76,47%, se producen durante el fin de semana -entre el viernes y el domingo- y en el 40% de los casos el incidente se ha producido de madrugada.

Los expertos no se cansan de insistir en que se está bajando la guardia en el tema del alcohol y los menores. «Hay mayores que compran alcohol a los menores y tiendas que directamente les venden botellas. Actualmente la ley establece unas sanciones en estos casos. Quizá si se empiezan a aplicar multas importantes, la gente se lo piensa dos veces antes de hacerlo. Debe haber un compromiso de la sociedad, como lo hay con otros asuntos como el tabaco», señala Francisco Juan, director de la Fundación Aepa, que gestiona los centros de día de conductas adictivas en la Comunidad Valenciana. Juan llama además la atención sobre las fechas en las que nos encontramos. «Muchos supermercados en Navidad colocan las botellas de alcohol en lugares más visibles y eso es incitar al consumo, tanto para los adolescentes como para quien está tratando de dejar la bebida».

Los expertos recuerdan además los graves perjuicios que la bebida ocasiona en los menores de edad. «El alcohol es un tóxico y el consumo antes de los 21 años tiene consecuencias de por vida, ya que el cerebro está hasta esa edad en pleno desarrollo». En este sentido, los atracones de alcohol, tan de moda en los últimos años «son especialmente contraproducentes y pueden desembocar en otros problemas, como la práctica de sexo sin medidas y el contagio de enfermedades de transmisión sexual».

El responsable de la Fundación Aepa también alerta del desconocimiento que los jóvenes tienen de la relación entre consumo, edad, cantidad de alcohol y graduación. «No es lo mismo que una copa se la beba un adulto que un menor de 14 años, sobre todo si es una chica».