La aerolínea portuguesa TAP, la principal que opera entre Portugal y España, anunció hoy que pondrá en marcha en junio de 2017 nuevas rutas desde Lisboa a las ciudades españolas de Alicante y Las Palmas.

En un encuentro en Lisboa, en el que se dieron a conocer las principales novedades de la compañía para 2017, el presidente de TAP, Fernando Pinto, informó de que estas dos nuevas rutas serán inauguradas el 10 de junio y contarán con un vuelo diario.

En total, la empresa va a reforzar en un 10 % las conexiones entre Portugal y España respecto a 2016, gracias a estas dos nuevas rutas y al refuerzo de la frecuencia entre Oporto y Madrid. En total, TAP -que ya volaba a Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia, Bilbao, La Coruña, Oviedo y Vigo- pasará de 175 a 193 frecuencias semanales a aeropuertos españoles.

Además de ampliar su operación en España, TAP también inaugurará rutas desde Lisboa a Stuttgart (Alemania), Bucarest (Rumanía), Budapest (Hungría) y Toronto (Canadá) y reforzará las conexiones con el Atlántico Norte, que crecerán un 17 % respecto a 2016. Serán reforzadas igualmente las conexiones entre Lisboa y Faro (sur de Portugal), Manchester (Reino Unido) y Moscú (Rusia).

En total, la compañía tendrá en julio del próximo año 1.176 vuelos más que en el mismo mes de un año antes y no tiene previsto cerrar ninguna de las rutas que opera en la actualidad, según confirmó Pinto.

Para hacer frente a esta ampliación de sus rutas, la flota de TAP pasará de 80 a 89 aeronaves, con la entrada de un nuevo avión para vuelos de larga distancia, dos de media distancia y cuatro que reforzarán la flota regional de TAP Express.

En la actualidad, el Estado portugués tiene el 50 % de TAP, después de que el Gobierno socialista revirtiera la privatización llevada a cabo por el anterior Ejecutivo que había puesto en manos privadas la mayoría del capital de la aerolínea.

El consorcio Gateway, integrado por el empresario portugués Humberto Pedrosa (una de las mayores fortunas del país) y el brasileño-estadounidense David Neeleman (dueño de la aerolínea Azul), tiene una participación del 45 %, mientras que el 5 % restante está reservado para los trabajadores del grupo. EFE