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Nueva técnica para reducir al mínimo las operaciones a corazón abierto

Un hospital de la provincia desarrolla un nuevo método para las intervenciones más arriesgadas

Nueva técnica para reducir al mínimo las operaciones a corazón abierto

Mayor seguridad para el paciente. El Hospital de Sant Joan ha logrado reducir hasta en un 80% la radiación que reciben los enfermos a los que se les hace un cateterismo tras sufrir un infarto o una angina de pecho gracias a la instalación de un nuevo equipo de rayos en el laboratorio de hemodinámica. Además, este equipo permitirá realizar intervenciones que antes debían hacerse en quirófano, abriendo el pecho a los pacientes.

Para realizar un cateterismo, los médicos introducen un catéter a través de una arteria de la muñeca del paciente para llegar hasta la arteria del corazón que se ha obstruido e implantar un muelle para abrirla. Durante todo este proceso, es necesario ir obteniendo imágenes de las arterias y las venas del enfermo, que se obtienen con radiación, como si se tratara de una radiografía en tiempo real. El nuevo equipo adquirido por el hospital de Sant Joan tiene mejor calidad de imagen, «por lo que para obtener el mismo resultado que antes es necesario emitir una menor dosis de radiación durante todo el tiempo de la intervención», señala Ramón López Palop, responsable de Hemodinámica del Hospital de Sant Joan. Cada operación de este tipo dura entre media hora y tres horas, dependiendo de la gravedad del paciente.

La radiación está asociada a un buen número de problemas, entre ellos el cáncer, «aunque siempre que el paciente se someta a dosis muy altas y muy seguidas», explica el responsable de hemodinámica del centro sanitario.

Además de la cantidad de radiación, también se ha reducido la cantidad de contraste que se inyecta a los enfermos para resaltar las arterias y venas, «algo importante, ya que a dosis elevadas, el contraste es perjudicial para el riñón», destaca Palop.

La instalación de este nuevo equipo, que ha supuesto una inversión de 850.000 euros, permitirá además realizar intervenciones en las válvulas cardiacas que antes debían hacerse en quirófano abriendo el tórax a los enfermos y con anestesia general. «Ahora podemos introducir válvulas a través de una arteria hasta el corazón y abrirlas sin recurrir a la cirugía, por lo que la recuperación del enfermo es mucho más rápida y la posibilidad de que aparezcan complicaciones es menor», explica López Palop. El equipo que se ha instalado en el Hospital de Sant Joan es el más moderno de la Comunidad Valenciana.

Otra de las novedades es que permite grabar las interve­nciones y volcarlas después en un sistema informático de la Conselleria de Sanidad para que pueda ser visto desde todos los hospitales de la Comunidad Valenciana.

La Unidad de Hemodinámica del Hospital de Sant Joan acaba de cumplir 15 años, alcanzando la cifra de 20.000 procedimientos realizados desde su apertura en el año 2001. Es la segunda sala de la Comunidad Valenciana en número de intervenciones coronarias, ya que realiza más de 1.100 anuales y más de 1.700 procedimientos diagnósticos. Un 23% de los pacientes que se atienden tienen más de 75 años y un 19% más de 80. El paciente de mayor edad que ha sido tratado a consecuencia de un infarto tenía 97 años. Sin embargo, en los tres últimos años «también hemos asistido a 31 pacientes menores de 40 años con infarto; el más joven con sospecha de infarto tenía tan sólo 17 años».

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