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Mejor sumiller de la provincia de Alicante

Miguel Ángel Garri: «El sector ha cambiado de mentalidad para adaptarse a los nuevos tiempos»

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¿Cómo valoraría el momento actual por el que atraviesan los vinos elaborados en la provincia de Alicante?

El sector ha experimentado en los últimos 15 años un cambio sustancial en la producción de vinos de calidad. A los clásicos que han hecho tanto por el vino de la provincia se le han añadido nuevas bodegas, y también enólogos más bien formados que incluso han salido al extranjero para experimentar con nuevos métodos de elaboración. Eso nos ha llevado a contar con caldos más maduros, que se beben con mayor facilidad.

¿Cual ha sido el cambio experimentado por las bodegas?

De conocimiento y también de inversión, lo que ha permitido modernizar las instalaciones. Pero lo más importante es que el sector ha cambiado de mentalidad para adaptarse a los nuevos tiempos, y ese esfuerzo, sin ir más lejos, se vio recompensado hace dos años con la distinción de la Mejor Denominación de Origen de España por parte de la Guía Peñín.

¿Estamos al nivel de los mejores?

Sería peligroso compararnos con denominaciones de origen como la Rioja, pero en todas partes se hacen buenos y malos vinos. Nuestro vino es mediterráneo y no se puede comparar con otros más atlánticos. Lo bueno es que en la actualidad se nos reconoce a nivel internacional y que nos hemos quitado de encima la etiqueta de vinos rudos y alcohólicos.

La apuesta por las variedades más tradicionales de la provincia, como la moscatel y la monastrell, ¿ha tenido mucho que ver en este despegue?

Antes se traían variedades foráneas, tanto nacionales como extranjeras, principalmente francesas, pero tenemos que pensar que las variedades de toda la vida son las mejor adaptadas a nuestro territorio y que por tanto se les puede sacar un mejor rendimiento. Haciendo un buen trabajo en el viñedo se consiguen muy buenos productos, y cada vez se aprende más a conseguir que la variedad exprese todo su potencial.

Hay gente que se queja de los precios de los vinos...

Sin duda, la relación calidad-precio es un factor importante, pero aquí en Alicante podemos disfrutar de vinos de alta gama por menos de 20 euros, cuando en otras denominaciones son más caros. Estamos bastante contenidos y no hay vinos con precios exagerados.

¿Los restaurantes de nuestra provincia están apostando como deberían por los vinos alicantinos?

Se van haciendo progresos, pero todavía es una asignatura pendiente. Los restauradores deben creerse que nuestros vinos se pueden vender, y desde la DO hemos llevado a cabo incluso una campaña dando cursos de cata al personal de sala de los restaurantes. Pero hay que seguir trabajando en esta línea, hacer piña y abrir las miras de la hostelería.

¿Por qué esa reticencia?

Seguimos con cierto complejo, pero la tendencia, afortunadamente, va cambiando, y cada vez hay más gente que se atreve.

¿Está creciendo el interés por el vino?

La gente joven, sobre todo, está muy interesada, y para mí resulta muy gratificante comprobar cómo se incrementan tanto los chicos como las chicas de entre 18 y 20 años que acuden a cursos.

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