José Manuel Romero volvió ayer a la plaza de San Cristóbal, donde sufrió el accidente, para dar las gracias a los dueños de los bares y restaurantes de la zona por la ayuda que le prestaron el sábado. Y es que, tras el altercado, José Manuel se quedó tirado en el suelo, medio inconsciente y con dolores muy fuertes en la mano. «Los trabajadores de la plaza enseguida me auxiliaron, me trajeron mantas y me tranquilizaron hasta que llegó la ambulancia».